Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto

Comunicado Conjunto de la Representación de los Trabajadores


Dice el refrán que el que siembra vientos recoge tempestades

      “Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen, pierden el respeto"
                                                                     Georg Christoph Lichtenberg

Compañeros y compañeras.

En las primeras reuniones que mantuvimos tras la “flamante” incorporación del Director General, éste, con actitud mesiánica, nos trasladó que quería un modelo de relaciones laborales más moderno, más transversal, cambiando el concepto vertical de mandos/subordinados por el de colaboradores. La idea que nos transmitió es que todos somos Empresa, algo que a la postre ha resultado ser MENTIRA.

A la Representación de los Trabajadores este concepto nos parecía y nos parece acertado, pero ya manifestamos que con las intenciones no nos conformábamos y que el futuro nos diría hasta qué punto el compromiso era tal. La mejor oportunidad que ha desperdiciado la Dirección de hacer honor a sus palabras era la negociación de un nuevo Convenio Colectivo de todos y para todos.

Hasta ahora, en esta pretendida relación de intercambio, los trabajadores hemos tenido que hacer la mayor y más traumática parte de las concesiones. Durante los últimos 4 años hemos perdido en torno a un 10% de nivel adquisitivo, sumado a todo lo que perdimos en la negociación del ERE sin olvidarnos de los compañeros y compañeras que perdieron su puesto de trabajo y el sustento de sus familias.

Lo que la Representación de los Trabajadores no acordamos en el ERE es que durante la negociación del Convenio tuviéramos que hacer nuevas concesiones. Ese ha sido el objetivo de la Empresa durante este periodo de negociación, conseguir de la Representación de los Trabajadores una rendición sin condiciones.

Sin ir más lejos, la Empresa no ha cumplido con el compromiso de negociar el Convenio Colectivo, dando por finalizadas unilateralmente las negociaciones. Por el contrario, sí que se han eliminado los tickets de comida o se ha reducido y congelado la antigüedad. Se olvidan fácilmente que los acuerdos del ERE comprometen a ambas partes, no sólo a la plantilla.

A lo anterior debemos añadir que su intención era implantar drásticos recortes en las tablas profesionales, creando “dobles escalas salariales” que faciliten futuros despidos o pretender que el convenio no reconozca la promoción profesional, frente al modelo propuesto por la Representación de los Trabajadores.

La Empresa pretende un convenio que no garantice su ultractividad y que por tanto, ante una falta de acuerdo a futuro, se pueda perder todo su contenido normativo. O que para que no decaiga nos veamos obligados a tener que hacer nuevas concesiones a la baja.

Tampoco quiere que se regule la distribución irregular de la jornada, ni quiere que se regule el uso del teletrabajo, ni la regulación de la promoción interna. Lo único que quiere la Empresa que se articule, es todo aquello que le permita disponer con mayor facilidad del tiempo y de la mano de obra de los trabajadores y trabajadoras, sin ningún coste adicional o a un coste notablemente inferior al actual.

Si a todo esto le sumamos el clima de terror generado por los despidos, injustos y arbitrarios, que se han producido en la Empresa estos últimos días, a pesar que se nos ha negado que tales se fueran a producir, llegamos a la conclusión de que sólo somos “mano de obra prescindible a voluntad de la Empresa” y no parte de la misma.

Los Trabajadores a estas alturas, ya tenemos claro cuál es el modelo de relaciones laborales que pretende la Dirección. Es lo mismo de siempre; la misma verticalidad de siempre; la misma sumisión de siempre; donde el esfuerzo recae sobre los de siempre y los beneficios, sobre los de siempre también. Como siempre la Empresa no somos todos.

Empresa son los que dirigen; los que sus salarios no se deterioran aunque las cosas no vayan tan bien; los que mejoran las instalaciones deportivas a costa de devaluar las condiciones de los trabajadores, los que miran por encima del hombro con aires de superioridad; esos mismos que advierten a un subordinado que “tenga cuidado” si le ven hablando con uno de sus representantes legales. El resto, somos “mano de obra”, cada vez más barata, aunque la Dirección insista “cínicamente” en que todos somos Empresa.

Exigimos a la Dirección del RACE que cesen tajantemente y de manera inmediata los ignominiosos despidos, que cumpla con su compromiso de negociar un nuevo convenio colectivo y que no dé por finalizadas unilateralmente las negociaciones, pretendiendo que sea un tercero quien tome la decisión mediante laudo arbitral.

Los sindicatos que formamos la mesa de negociación ya hemos manifestado a la Empresa, de manera clara y sin fisuras, que no vamos a acudir a ningún arbitraje, básicamente, porque un árbitro no nos va a ayudar a negociar un nuevo convenio, sólo va a decidir sobre aquellos puntos que le interesan de manera particular a la Empresa.

Instamos a la compañía a restaurar el diálogo de manera fehaciente y detener su política de despidos arbitrarios e injustificados o desde la Representación de los Trabajadores en su conjunto nos veremos obligados a tomar, de manera inmediata, otro tipo de medidas más contundentes.

Un saludo y seguiremos informando.

                               CC.OO,  CSI-F , UGT