Responde de esta manera a nuestras repetidas peticiones para afrontar con mínimas garantías esta lacra, cada vez más extendida en nuestro trabajo, que llevamos denunciando desde hace tiempo incluso con campañas públicas a nivel de todo el sector como "somos bancarios y bancarias, no los banqueros".

Recibimos con satisfacción esta demostración de intenciones del banco, que contempla algunas de las propuestas realizadas por Comfía-CCOO desde hace tiempo, para que la plantilla pueda reconocer, prevenir y afrontar las amenazas, insultos y agresiones físicas que, desgraciadamente, son cada vez más habituales en nuestro quehacer diario.

No obstante, el documento es mejorable en la medida en que se obvian cuestiones que pensamos son necesarias para una buena prevención de este tipo de riesgos. Resulta paradójico, por ejemplo, que se diga que la persona que sufre una agresión deba tener prevista una salida del escenario y solicitar la ayuda o presencia de otro compañero que le ayude a salir de la situación de violencia, cuando más de la mitad de las oficinas de Banesto tienen una o dos personas en plantilla, y la mayor parte del tiempo es un solo trabajador o trabajadora el que atiende la clientela.

Por otro lado, es obvio que una gran parte del malestar que sufre la clientela del sector financiero, proviene de políticas agresivas de ventas que son exigidas con amenazas de todo tipo por determinados mandos intermedios. En muchas ocasiones, la venta de productos poco adaptados al perfil del cliente o comercializados en base a expectativas exageradas que suelen no cumplirse, son el origen de reclamaciones y enfados que llegan a desembocar en actos violentos. 

Por estos y otros motivos, dado que tenemos un punto de partida aceptable para fijar las bases de un buen plan de prevención contra la violencia externa, Comfía-CCOO haremos llegar de nuevo al banco, entre otras, propuestas como las siguientes:

• Contratación de personal de vigilancia mientras exista amenaza de violencia externa.
  
  
•  temporal de la persona afectada o exención de acudir al puesto de trabajo habilitando, en su caso, la posibilidad de realizar tele-trabajo, por el tiempo necesario hasta la desaparición del riesgo de violencia externa.
  
  
• Compromiso claro de la empresa de ser parte interesada en el inicio de actuaciones judiciales contra el agresor. La ley obliga a proteger al trabajador y a actuar en su defensa.
  
  
• Consideración de la violencia externa como accidente laboral, no computando las bajas a efectos de absentismo.
  
  
• Suscripción por parte de Banesto de un seguro de cobertura de daños físicos y materiales, tanto si la agresión es en el centro de trabajo como si lo es fuera del mismo.

Entre las plantillas más profesionales del sector está la de Banesto, lo demostramos día a día, pero para desarrollar nuestra actividad necesitamos hacerlo en condiciones de seguridad.

Junio 2012