El cambio de la regulación del SMI supone
el incremento de la cuantía de las prestaciones por desempleo y la ampliación
del número de beneficiarios. Las cuantías que antes estaban vinculadas al
salario mínimo (máximo y mínimo de prestaciones contributivas y asistenciales)
pasan a estar vinculadas al indicador público de efectos múltiples (Iprem). Eso
favorece a los desempleados, reseñó Trabajo, que pasan de cobran un mínimo de
402,9 euros al mes y un máximo de 1.181,9 euros al mes de 'prestación
contributiva' a 429,8 y 1.208,8 euros al mes, respectivamente.
El aumento en el 'sistema asistencial' es de 23,1 euros mensuales, hasta 368,4
euros. Como los requisitos para acceder a las prestaciones asistenciales siguen
referidos a un determinado porcentaje del SMI, algunos parados antes
desprotegidos, pueden cobrar.
Cinco Dias