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Quince propuestas contra una postura

 Hasta quince propuestas distintas puso ayer sobre la mesa la comisión delegada de Caja España en la negociación sobre el reparto de poder en la futura entidad fusionada. Propuestas en las que se intentaron todas las fórmulas de reparto equitativo de poderes y plantillas, según la entidad con sede en León. Ninguno fue aceptado por Caja Duero, cuyos negociadores no tenían capacidad para modificar la propuesta inicial que llevaban.



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 Hasta quince propuestas distintas puso ayer sobre la mesa la comisión delegada de Caja España en la negociación sobre el reparto de poder en la futura entidad fusionada. Propuestas en las que se intentaron todas las fórmulas de reparto equitativo de poderes y plantillas, según la entidad con sede en León. Ninguno fue aceptado por Caja Duero, cuyos negociadores no tenían capacidad para modificar la propuesta inicial que llevaban.

Eso sí, los negociadores por parte de la entidad con sede en León dejaron anoche claro en Botines que si los beneficios van a ser conjuntos, los sacrificios tienen que ser también compartidos. Por ejemplo, en lo que a recorte de plantillas se refiere. O de oficinas. Y, desde luego, de reorganización operativa.

El caso es que, en el tira y afloja entre las dos cajas, se impone la intervención de terceros. Incluso se apuntó ayer la posibilidad de contratar a un asesor (otro más) que ponga en la balanza un reparto que pueda ser aceptado por las dos partes.

De momento el Banco de España intentará poner orden en el tejemaneje negociador con el que tropieza un proceso de fusión a dos (antes a tres, anteriormente SIP,...) que se antoja ya demasiado largo. Nadie dijo que el proceso fuera a ser sencillo, pero tampoco parecen las autoridades competentes dispuestas a haber nadado hasta aquí para ahogarse en la orilla.

Así lo dijo anoche también la viceconsejera de Economía de la Junta, Begoña Hernández, que pidió «responsabilidad, cordura y seriedad» a las dos entidades para culminar el proceso. Recordó que fueron las cajas las que reclamaron su autonomía para liberarse del proyecto pergeñado por PP y PSOE en la comunidad, y labrar su propio futuro. Ahora les exige coherencia y ser capaces de responder al reto emprendido.

Mientras, la Unión del Pueblo Leonés (UPL) daba anoche ya por rotas las negociaciones, y animaba a Caja España a «mantener la misma postura de firmeza de cara a posibles fusiones con otras entidades». Su presidente, Javier Chamorro, se «congratulaba» ante lo que consideraba ruptura de las negociaciones, «ante las reivindicaciones de la entidad leonesa sobre la preeminencia de la centralida de la ubicación de los servicios centrales en León». UPL insiste en que no defenderá una fusión en la que León no resulte beneficiada.

m. j. muñiz
Diario de León

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