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Las cajas priman el debate laboral a la elección de la sede.

Prioridades. La designación del centro de operaciones se retrasará hasta que se firme un acuerdo laboral.

El proceso de fusión de Caja Duero, Caja España y Caja de Burgos abordará a partir de mañana el principal escollo que resta para que culmine con éxito en noviembre: el futuro de los casi ocho mil trabajadores de las tres entidades castellanas y leonesas. “Es imprescindible para seguir avanzando que se consiga, primero, un acuerdo laboral”, insiste el secretario general de UGT Castilla y León y miembro del Consejo de Administración de Caja Duero, el salmantino Agustín Prieto. Sólo una vez pactado un recorte, lo menor posible, de puestos de trabajo, será cuando se empiece se produzca el “pistoletazo de salida” para discutir “el peso de cada caja, la conformación de los órganos de dirección y la sede”, precisa Prieto, quien asistió en la tarde del viernes a la reunión extraordinaria del Consejo de Administración de Caja Duero.


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El proceso de fusión de Caja Duero, Caja España y Caja de Burgos abordará a partir de mañana el principal escollo que resta para que culmine con éxito en noviembre: el futuro de los casi ocho mil trabajadores de las tres entidades castellanas y leonesas. “Es imprescindible para seguir avanzando que se consiga, primero, un acuerdo laboral”, insiste el secretario general de UGT Castilla y León y miembro del Consejo de Administración de Caja Duero, el salmantino Agustín Prieto. Sólo una vez pactado un recorte, lo menor posible, de puestos de trabajo, será cuando se empiece se produzca el “pistoletazo de salida” para discutir “el peso de cada caja, la conformación de los órganos de dirección y la sede”, precisa Prieto, quien asistió en la tarde del viernes a la reunión extraordinaria del Consejo de Administración de Caja Duero.

El informe elaborado por la consultora KPMG para marcar las líneas de actuación de la fusión, que se explicó en este encuentro, plantea hasta 1.490 despidos, el 21% del total de las plantillas, y el cierre de 303 sucursales, de las cuales nueve de cada diez serían urbanas. “De entrada, no nos parece una propuesta ni medianamente razonable”, advierte Prieto, en declaraciones a este periódico. El secretario regional de UGT adelanta que los necesarios próximos pasos del proceso deberán centrarse, de esta manera, en la firma de un “protocolo laboral”. El resto, incluida la designación de la sede de la macrocaja de Castilla y León, quedarán aparcados.

Firma unánime
Un orden de prioridades que ya se apreció en el desarrollo de la reunión informativa del Consejo de Administración de Caja Duero, celebrada hace apenas dos días. “No se habló sobre la elección de una sede”, confirma el secretario general de UGT Castilla y León. El protocolo laboral deberá estar, además, avalado por las tres entidades implicadas en esta profunda reordenación del sistema financiero de la Comunidad. La intención de las tres cajas es que se alcance un acuerdo inmediato para no dilatar el proceso más allá de los plazos dictados desde el Banco de España: el día 10 de noviembre.

Ahora bien, el impacto sobre cada provincia de la disminución de puestos de trabajo y del cierre de oficinas aún no ha trascendido. De lo que sí se habló ya en el encuentro extraordinario del Consejo de Administración de Caja Duero es de la “fortaleza” de la entidad salmantina dentro de este proceso con respecto a Caja España y Caja de Burgos. Una posición dominante ejemplificada en una menor morosidad, inferior al 5%, frente al 8% de Caja España. “Queremos que se pongan en valor esos resultados, que son fruto del trabajo de cientos de profesionales de Caja Duero. Que nadie dude de que vamos a velar por los trabajadores de la caja”, reitera el secretario general de UGT Castilla y León.

Además del imprescindible acuerdo laboral, que se plantea en estos momentos como el principal reto para que se efectúe la fusión, el informe de la consultora KPMG considera que las tres cajas tendrán que acudir al Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancario (FROB) para solicitar una ayuda estatal de 731 millones de euros, que deberán devolver en un plazo máximo de cinco años.

EL CONSEJERO PIDE RESPETO A LA AUTONOMÍA DE LAS ENTIDADES
Mañueco: “Lo primero que tienen que decidir las cajas es si se ‘casan’, no dónde van a vivir”
“Como salmantino, quiero lo mejor para mi ciudad, pero en estos momentos lo importante no es dónde se va a poner la sede. Lo primero que tienen que hacer las cajas es decidir si se van a ‘casar’, no dónde van a vivir”, valoró ayer en la capital salmantina el consejero de Interior y Justicia de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. El secretario autonómico del Partido Popular recordó, no obstante, que “Caja Duero también representa a mi ciudad” después de instar a las tres cajas implicadas en el proceso (Caja Duero, Caja España y Caja de Burgos) a que sigan “avanzando”. Mañueco, que participó ayer en la II Asamblea de alcaldes y portavoces del PP de Salamanca, incidió en que es el Banco de España quien “lidera” esta reordenación del sistema financiero de Castilla y León y reclamó “respeto” a la autonomía de actuación solicitada “hace un año por los presidentes de las tres cajas”. El consejero de Justicia e Interior reiteró, además, que la decisión de la fusión se aprobará o no finalmente en los consejos de las entidades.

J. R.

Tribuna de Salamanca

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