..Es una pregunta que nos hacemos los trabajadores de RACE constantemente

¿A quién le importa el RACE?


Estamos hartos que continuamente nos coloquen personas que vienen con la promesa de dirigirnos hacia un futuro mejor. Gente, que lejos de conocer el sector, van dando "palos de ciego" diciéndonos que son la solución a todos nuestros males. Falsos Mesías que sólo buscan dar el pelotazo o catapultarse profesionalmente.

¿A QUIÉN LE IMPORTA RACE?

...Esta es una pregunta que nos hacemos los trabajadores de RACE constantemente, viendo como desde hace años, los encargados de dirigir la empresa, toman una serie de medidas que nos están llevando a un final catastrófico. ¿Vienen a salvar a la empresa (como dicen ellos) o únicamente a obtener un beneficio económico sin importar el resultado de sus medidas a medio o largo plazo?

Estamos hartos de que cada varios años, después de las oportunas elecciones, nos coloquen a unas personas para dirigirnos con la promesa de un futuro mejor. Gente, que lejos de conocer el sector, van dando "palos de ciego" diciéndonos que son la solución a todos nuestros males. Poco después se va demostrando lo erróneo de sus medidas aunque nunca reconocen sus equivocaciones, solo ocultan la verdad, disfrazan la realidad o simplemente le echan la culpa a otro.

El verdadero problema que tiene RACE es que no hay nadie que pueda pedir responsabilidades a los autores de esa mala gestión; simplemente unos no son reelegidos en las siguientes elecciones y otros son despedidos después de sus mandatos con una suculenta indemnización. Si estas personas se estuvieran jugando su dinero, la situación seria bien distinta.

Al otro lado estamos los trabajadores, a los que se les pide el esfuerzo en todos los recortes,  a los que no se les reconoce que su trabajo es el que realmente sustenta la empresa, a los que para justificar el fracaso de los malos proyectos de mediocres directivos son despedidos de manera vergonzosa. Trabajadores totalmente desmotivados, con la amenaza constante del despido a los que se les pide un sobresfuerzo, que sigamos adelante mirando a otro lado olvidándonos de las agresiones a las que estamos sometidos y que cuando llegue nuestra hora, aceptemos su divina voluntad sin ningún tipo de duda o crítica. De los que se queden, quieren que además no levanten la voz y aparenten felicidad.

¿A quien le importa el RACE?...

...a nosotros, a ellos no. Queremos un trabajo con un sueldo digno para llegar a fin de mes, no para enriquecernos; queremos un trabajo en el que podamos llegar a la jubilación, no irnos pronto a dar otro pelotazo; queremos un trabajo en el que trabajemos con compañeros, no con gente de paso; en definitiva, queremos lo que nos están quitando. Somos los únicos a los que nos importa el futuro del RACE, porque vivimos de él, y los únicos que luchamos por su supervivencia.

Por tanto, nosotros, los trabajadores y trabajadoras, antes de que la hipoteca en la que nos están sumiendo sea impagable,  exigimos a la Dirección de la Empresa y al Consejo que dejen de aplicar su política déspota y constrictora y que con la implicación real de la plantilla, se busquen soluciones para devolver las relaciones laborales a la normalidad que nunca debió abandonar.

Saludos.