Archivado en Comunicados, Negociacion Colectiva
Respuesta al comunicado del SECP
comunicado
Es sorprendente como algunos insisten en quedar en evidencia. Esta gente del SECP nunca habían caído tan bajo, como para dar apoyo y altavoz a un personaje de la categoría de quien subscribe la nota Intento de Linchamiento Sindical, dónde, sin ninguna vergüenza, nos acusa de derramar mentidas aberrantes en un comunicado del Comité de Barcelona, y con este comunicado develaremos el porqué.
Le hemos pedido al auténtico protagonista, Josep Lluís Salvatierra Lorenzo, excompañero despedido el pasado día 20 de junio, que explique su versión de los hechos, una vez informado del vergonzoso panfleto subscrito por este grupo que se autoproclaman independientes, una independencia bien entendida, o sea que excluye a los que mandan en la Caja. De hecho nacieron por obra y gracia de la Dirección.
A continuación os transcribimos la carta que nos ha hecho llegar el protagonista de verdad de los tristes hechos -mal- explicados, justamente aquellos que fueron motivo de su despido.
Mis ex compañeros de CC.OO. me han pedido que responda a un comunicado del SECP publicado en el tablero de anuncios de Intranet de Caja Penedés, dando voz al jefe de mi ex oficina, 439-El Prat de Llobregat, que, una vez leído me ha dejado perplejo, porque no hay ninguna línea de esta nota que se ajuste a la verdad, antes lo contrario, hay alguna que se opone del todo.
En primer lugar afirmo que CC.OO. ha sido mi sindicato de toda la vida y que lo continuará siendo en el futuro, si consigo encontrar otra trabajo. Y que siempre me han defendido de la mejor manera posible, como cuando consiguieron que la Caja debiera readmitirme, después de haberme despedido por 1a. vez, hace tres años y medio.
En segundo lugar aseguro que los compañeros de CC.OO. de Caja Penedès, el día de mi injusto, permitid que lo diga- despido, vinieron a mi ex oficina, y me consolaron cómo pudieron, en estas circunstancias.
En tercer lugar nadie del SECP hizo esto que acabo de explicar, y desde luego que no he de agradecer nada de aquello que no se produjo.
En cuarto lugar niego la tontería de que yo redactara ningún informe; ya me habría gustado, porque así este informe hubiera sido mejor, y más ajustado a la realidad. Nadie se echa piedras a su propia azotea. Pero el informe que el departamento de Relación con el Cliente le solicitó al jefe de mi ex oficina no podía responderlo yo. El problema es que tampoco lo debería haber hecho él, puesto que el día de autos no era en la oficina cosa absolutamente habitual.
En quinto lugar niego que la relación con este señor fuera cordial en absoluto ni que me haya ayudado nunca. La razón de nuestra pésima sí, lo habéis leído bien, he escrito pésima- relación era su poca profesionalidad. No estabaa casi nunca en la oficina, y, por lo tanto, difícilmente me podía ayudar en nada. La oficina, en estos tres años y medio, la he llevado prácticamente solo. Su relación con los clientes tampoco era nada buena, tanto es así que una carta de uno de estos clientes maltratados precipitó su conversión en delegado del SECP, para prevenir una más que posible sanción de la superioridad.
Además de todo esto, el informe que hizo de mí, de un suceso de un día que él no estaba en la oficina y que, por lo tanto, no podía explicar nada de lo que había sucedido, fue, estoy seguro de ello, la base del Pliego de Cargos que me instruyeron y que acabó con mi despido. Esta certeza está afianzada por el hecho de no haber existido nunca ningún informe de Auditoría sobre los hechos ocurridos en la oficina 439-El Prat de Llobregat.
Y finalmente quiero explicar brevemente qué pasó aquel día: un supuesto cliente vino a sacar dinero de su supuesta cuenta, con la documentación falsificada, naturalmente sin que yo me diera cuenta. El cliente real no notificó el aviso de robo de su documentación a su oficina hasta una semana más tarde, y, por lo tanto, hasta entonces no se podía saber esta información mediante nuestro sistema informático.
A pesar de lo mal que ahora me siento, sé que el recuerdo de los 31 años pasados a la Caja no quedarán oscurecidos por este último hecho. Los recuerdos de más de la mitad de mi vida quedan íntimamente atados a la Caja, a muchos buenos compañeros buena parte dellos de CC.OO., por cierto- y a momentos de toda clase, algunos amargos y otros dulces, que me acompañarán siempre.
Josep Lluís Salvatierra Lorenzo
Ex empleado de Caja Penedés
Sólo nos hace falta añadir tres aclaraciones a las peregrinas afirmaciones derramadas al panfleto Intento de linchamiento sindical:
1ª. Este señor estaba afiliado a CCOO hasta que lo dimos de baja en otoño del 2006 , porque apareció a la candidatura del SECP, cosa que nuestros estatutos no permiten. No lo entendía y se sintió ofendido, hecho que, por lo visto, no va digerió nada bien. Debemos concluir que el rancor es el motor de esta ignominiosa carta/comunicado.
2ª. Se tiene que tener mucho morro o ser un inconsciente total al osar aconsejar de como hacer sindicalismo de verdad quien, como él, se dedica a ello (?) desde hace apenas unos meses.
3ª. En cuanto a la credibilidad que merecemos nosotros, sólo hace falta observar los resultados, reiterados, de todas las elecciones y de cada renovación de los Órganos de Gobierno. Si saben contar, los votos hablan por si solos. O también podríamos observar sus 300 y pico de afiliados y nuestros casi 900. Por no hablar de los afiliados que tenemos en el resto de sectores (más dun millón). Esto es credibilidad.
Finalmente, nosotros no les vamos a insultar (fantoches nos llaman), ellos se retratan a si mismos àmpliamente.
P.S. Tenemos copia de toda la documentación a disposición de quien la solicite.
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