La encuesta se nos plantea en dos amplios bloques: uno de 80 preguntas, sobre el trabajo y la forma de realizarlo; y otro, de 58 preguntas test más dos abiertas, trata de la percepción personal sobre los superiores, los compañeros y el ambiente de trabajo.
Todas las cuestiones planteadas son importantes. Es el momento para dejar plasmado que las plantillas son insuficientes (día a día y no digamos en vacaciones), que los procedimientos interdepartamentales carecen de la agilidad que cabría esperar en una entidad como la nuestra, y que los medios informáticos no dan la talla a pesar de la altísima inversión y de la autopublicidad.
Además hay que expresar contundentemente que desconocemos los criterios de promoción interna, que es manifiesta la desigualdad, que no existe en absoluto transparencia en la cobertura de vacantes y que la presión por los objetivos es desaforada.
Hay muchas preguntas referidas a la conciliación: se nos pregunta abiertamente si los jefes animan a conciliar vidas laboral y familiar y si se valoran los resultados independientemente del tiempo de permanencia. Hay que dejar claro que lo primero está muy verde, y lo segundo todavía es una utopía dentro de BBVA.
Para CCOO el esfuerzo que supone la realización de esta exhaustiva encuesta (a la empresa para conocer y a nosotros para responder) sólo tiene sentido si se hace de forma veraz y sincera, sin presencias intimidantes, ni sugerencias, ni recomendaciones. Si los resultados no dejan bien parado al Banco es casi seguro que no se publicarán, pero no podrán ignorarlos.
Pero es que ni satisfacción, ni responsabilidad social corporativa; nos parecen nimiedades ante la propuesta de BBVA en Unnim: integrarlo dejando a la intemperie a 1.218 familias. ¿Para esto quiere nuestro Presidente la reforma laboral?. ¡CERO DESPIDOS EN UNNIM!
