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Si el Gobierno y la patronal no reparten la riqueza entre los trabajadores y trabajadoras, habrá conflicto


Más de medio millón de personas han vuelto a salir a las calles este 1 de mayo, respondiendo a la convocatoria de CCOO y UGT, para reclamar igualdad, mejor empleo, mayores salarios y pensiones dignas, y obligar a las organizaciones empresariales y al Gobierno a que se reparta de manera justa el crecimiento económico y la riqueza generada entre la sociedad. El mensaje ha sido claro y nítido: o hay reparto de la riqueza que se crea o el conflicto será creciente, porque, como ha advertido el secretario general de CCOO, Unai Sordo, durante la manifestación celebrada en Madrid, "estamos en un momento de especial trascendencia, en el que la mayoría social de este país está saliendo de la psicosis de la crisis y se está movilizando, y los sindicatos de clase y confederales no vamos a ser un freno. Lo vamos a potenciar, vamos a estar en la calle con la mayoría social".


La lucha contra la precariedad (que pese a la recuperación económica sigue aumentando, especialmente entre los jóvenes, las mujeres y mayores de 45 años), la falta de empleo de calidad, la desregulación laboral como consecuencia de la reforma, el recorte en las prestaciones por desempleo, el empobrecimiento de los salarios y de las pensiones, la emigración de los jóvenes en busca de un futuro, y el aumento de las brechas entre hombres y mujeres…. han centrado las reivindicaciones de las más de 70 manifestaciones y actos convocados en todo el país por CCOO y UGT, para exigir un cambio de rumbo en las políticas que garantice el crecimiento sobre un mayor reparto y menos desigualdad.

Un mensaje que se ha repetido en las numerosas pancartas que portaban los manifestantes, advirtiendo al Gobierno y empresarios que la sociedad está indignada y movilizada ante tanta injusticia y desigualdad, como ya quedó patente en las multitudinarias manifestaciones del 8 de Marzo y en defensa de las pensiones dignas.

La manifestación de Madrid, en la que han participado más de 50.000 personas, ha finalizado su recorrido en la Puerta del Sol, donde ha sido recibida desde el escenario por los trabajadores y trabajadoras del coro del Teatro de la Zarzuela, que se encuentran en huelga tras la decisión del Gobierno de fusionar dicho teatro con el Teatro Real, lo que supone una privatización encubierta que conllevarála pérdida de su condición de trabajadores públicos. "Estamos luchando para impedir que la Administración nos trate como mercancía y que se supriman los servicios públicos en favor de la cultura popular. Porque la cultura ha de ser pública y de calidad y debe llegar a toda la gente".

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, comenzó su discurso reivindicando el carácter internacionalista de los sindicatos. “Los sindicatos de clase, las CCOO y la UGT hoy nos manifestamos en España como se manifiesta la clase trabajadora a lo largo y ancho del mundo. Somos internacionalistas y nuestra manifestación de hoy está con los niños que están extrayendo coltán en las minas de Congo, los trabajadores que están inhalando amianto en los astilleros del sudeste asiático o los compañeros que arriesgan la vida en el Estrecho en busca de una vida mejor. Esa es nuestra patria, esa es nuestra gente. En España y fuera de España".

Los ataques que reciben los sindicatos, afirmó Sordo, "son dardos contra la clase trabajadora", que se dirigen a estas organizaciones por ser “la expresión del mundo del trabajo organizado. Somos la expresión de mundo del trabajo construido como agente sociopolítico”. Una expresión, que según el secretario general de CCOO, “está de más en el modelo de sociedad diseñado para España y parte de Europa durante la gestión de la crisis económica”.

Sordo explicó ante decenas de miles de personas que abarrotaban la Puerta del Sol y teñían de rojo las calles aledañas, que el relato de la crisis se ha hecho sin un reparto justo de la riqueza que se crea en el país: “España ya produce más bienes y servicios que en 2008. La economía crece desde 2014 en un 2,8% y los beneficios de las empresas son 36.0000 millones mayores que antes de la crisis. Y mientras, los salarios siguen devaluados, los más bajos tienen un 22% menos de poder adquisitivo que antes de la crisis. En este país se ha deteriorado y se ha precarizado las condiciones de vida de amplísimas capas de la población trabajadora”. Y la razón es muy simple: hay una apuesta política por que sea así, que además coincide con un intento de debilitar el movimiento sindical y la capacidad de organizarse la gente trabajadora. “Quieren repartirse los beneficios y los dividendos de las empresas sin que el sindicalismo de clase intervenga en la organización de la sociedad española del siglo XXI”, afirmó el secretario general.

Y es que para Sordo, el valor del sindicato está en la consecución de mejoras para la clase obrera desde la movilización y desde la negociación y la acción sindical potente. “No habrá mejores salarios o pensiones sin presión en las calle. Y no es posible la consecución del reparto de la riqueza sin la acción sindical en el corazón del centro del trabajo y de la empresa”, resumió.

PENSIONES

Sobre las pensiones y el acuerdo parlamentario entre el Ejecutivo y el PNV, Unai Sordo desenmascaró la falsedad de la imposibilidad de revalorizar las pensiones por las exigencias y la vigilancia de Europa. En su opinión, aquello era perfectamente posible. “Que en España haya pensiones suficientes las próximas tres décadas depende de la voluntad política, de cuántos se quieren dedicar a pagar pensiones. Los sindicatos decimos que son posibles unas pensiones suficientes ahora y dentro de 30 o 40 años”. Para conseguirlo, Sordo sostiene que toca seguir movilizándose en la calle y haciendo propuestas, porque ese acuerdo entre partidos solo ha metido la reforma de 2013 de las pensiones “en el congelador” y en cuanto cambie el escenario político corremos el riesgo de que esa reforma vuelva a recuperarse “para empobrecer a los pensionistas de hoy y del futuro”.

SALARIOS

CCOO y UGT vienen defendiendo una fuerte subida salarial para recuperar el poder de compra de los salarios y la mejora general del nivel de vida de la mayoría social. “Tenemos que disputar los salarios en la negociación. Tenemos que ir a una propuesta salarial potente en España. No puede ser que una patronal completamente instalada en el ventajismo que le ha dado la reforma laboral del Parido popular, bloquee la negociación de los convenios colectivos”, acusó Unai Sordo. Los sindicatos reclaman un acuerdo salarial, pero no cualquier acuerdo, sino “uno que promueva un aumento de los salarios y particularmente de los salarios de la gente que menos cobra. Que son la parte de la clase trabajadora precarizada, que rota en los puestos de trabajo con contratos de miseria. Mujeres con contrato parcial que se llevan a casa sueldos menos que el Salario Mínimo Interprofesional, que ven cómo se largan sus jornadas laborales”. Las herramientas para ello son claras: “Hay que disputar en el centro del trabajo como se organiza el mundo del trabajo, hay que sindicalizar los centros de trabajo” porque cuando los trabajadores nos organizamos alrededor de un sindicato, “ no hay sector débil”, zanjó Sordo.

IGUALDAD Y EMPODERAMIENTO

De “proceso histórico de empoderamiento” tildó el secretario general las últimas movilizaciones de las mujeres, comenzando por el pasado 8 de Marzo que hará que España no vuelva a ser jamás como fue. “Las mujeres están ahí para ocupar el sitio que siempre debieron ocupar y decir ‘no es no’. Para decir que nadie les va a amargar la vida. Que quieren autonomía vital y puestos de trabajo con calidad y salarios justos y conciliación de su vida personal y laboral”. En su opinión, "hay que aprender mucho de la lección que nos han dado las mujeres sindicalistas”.

Son precisamente las mujeres quienes junto a los jóvenes están en el centro de la precariedad laboral, como apuesta apuesta política para que las empresas mejoren sus beneficios y aumenten su poder en este país. Según los datos que fue desgranando Unai Sordo, en España hay un 27% de temporalidad “no porque sea más barato contratar temporalmente sino porque así se otorga el poder de despedir discrecionalmente". “Un poder que disciplina a la clase trabajadora y esa es la apuesta por la temporalidad que hay que quebrar en España. Hay que pelear contra esa lacra que debilita la respuesta de nuestra gente y que precariza la vida de la gente más joven. Y hay que luchar contra los procesos de subcontratación y externalización que provocan que muchas mujeres sufran condiciones de trabajo infames”, argumentó Sordo.

CCOO tiene propuestas –anunció Sordo- y sobran razones: “Tenemos además, mucha gente detrás y voluntad de negociar. Pero lo decimos claro: o hay reparto, distribución y justicia social o hay conflicto social garantizado”. En ese escenario, el sindicalismo va a potenciar el conflicto. Lo va a llevar a las calles y allí donde solo está el sindicalismo confederal y de clase: “donde se disputan las plusvalías a las empresas, donde se construye el sindicato y las convergencias con otros movimientos sociales desde nuestra realidad. Sin complejos y con la cabeza alta”, gritó alto y claro Unai Sordo.