Josefina, nació en 1927 en un pueblo de Almería, en el seno de una familia minera. Ya desde pequeña empezó a organizarse formando, junto a otras mujeres, un grupo de apoyo a personas inmigrantes y refugiadas.
Posteriormente constituiría el Movimiento Democrático de Mujeres (MDM), cuya función principal se centró en ayudar a mejorar las condiciones de vida dentro de las cárceles.
También participada en la distribución del semanario clandestino “España Popular”.
Más tarde, y de forma muy activa, contribuiría a la formación de las Comisiones Obreras.
En 1945, ayudó a tres presos que se habían escapado de un campo de concentración. Este hecho marcaría toda su vida, porque uno de estos presos era Marcelino Camacho, con el que terminaría casándose.
Josefina, como tantas mujeres de dirigentes políticos y sindicales sufrieron doblemente la persecución de la dictadura, ella fue sin duda el respaldo emocional y político de Marcelino.
Fue un ejemplo de compromiso feminista, sindical y político, destacando la necesidad de concienciar a las nuevas generaciones de la importancia de la lucha por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Desde nuestra Sección Sindical recogemos el testigo no sólo de Josefina si no de todas las mujeres que fueron las protagonistas invisibles y gracias a las cuales las actuales luchas son posibles.
Hoy más que nunca, las palabras de Josefina:
"Jóvenes nunca dejéis de luchar, que nunca nos han regalado nada"