Historico
Desde CCOO nos tomamos muy en serio tanto esta pandemia de COVID_19, en la que han perdido la vida decenas de miles de personas (allegados, compañeros y compañeras, familiares y amigos muy cercanos), como el proceso de vacunación para la inmunización de la población.
Un proceso de vacunación que se desarrolla en un escenario de limitación en la disponibilidad de vacunas, lo que ha hecho necesario el consenso del Ministerio de Sanidad y de las Comunidades Autónomas, a través de la Estrategia de vacunación frente a COVID19 en España, elaborada por un grupo de trabajo técnico, en la que se establecen diferentes etapas y grupos prioritarios de vacunación en función de criterios científico-sanitarios como son: el riesgo de letalidad, la vulnerabilidad, la esencialidad o el riesgo de exposición y transmisión.
De su riguroso cumplimiento depende la reducción en el índice de contagios, hospitalizaciones o fallecimientos.
En nuestro comunicado del 25 de febrero pasado informábamos sobre la intención del Observatorio Sectorial de los Servicios de Prevención Ajenos de remitir cartas a las
Consejerías de Salud de las CCAA exigiendo que el personal de los SPA fuese vacunado dentro del grupo prioritario que le corresponde según la estrategia mencionada, sin que sea obviado o retrasado, extremo en el que parecía que todas las organizaciones estábamos de acuerdo. Sin embargo, había quien en una maniobra populista e insolidaria quería ir mucho más allá, solicitando la anticipación en el proceso.
A CCOO la van a encontrar siempre para exigir el cumplimiento estricto de la Estrategia de vacunación, pero nunca en comunicaciones que indiquen, insinúen, en las que se pueda interpretar o de las que se pueda desprender que se solicita para un determinado colectivo “saltarse” ó “anticiparse” a otros. Si hay quien solicita que sean prioritarios el personal del sector financiero, de comercio, de hostelería, los administrativos, comerciales, informáticos, etc., etc., al final, nadie será prioritario.
Somos conscientes que, teniendo en cuenta la ansiedad que en la población genera conseguir la inmunidad lo antes posible, esta decisión puede no ser muy popular, pero desde el punto de vista ético, cívico y solidario, consideramos que es lo correcto.
