Federación de Murcia Servicios CCOO

Tras el ultimátum de la parte económica de la negociación a reducir y esquematizar nuestras propuestas, o no negociarían, el 20 de junio nos sentamos en la mesa negociadora con un nuevo “resumen” de nuestras propuestas.

A pesar de un gran esfuerzo de síntesis, así como la reducción de algunas propuestas importantes hemos presentado una nueva plataforma, de contenido esencial, pero sustancioso, y en la que los puntos cruciales son:

• Jornada. Regulación de la cuantía actual, adaptándola a lo que tanto en el convenio como en la práctica se viene dando. Horario de verano de junio a septiembre.

• Vacaciones. 23 días laborables y dos más por cada diez años de antigüedad.

• Horas extraordinarias. Recargo de un 50% sobre la hora normal.
• Permisos, licencias y excedencias. Mejoras generales de cantidad y condiciones.
• Promoción económica. Introducir a todos los grupos en la promoción de dos escalones salariales que existe en el grupo 2.
• Garantías Sindicales. Cesión de horas sindicales y derecho trimestral a 3 horas para asamblea.
• Incremento Salarial. IPC Regional + 2’5 %. Cruz Roja: + 50 € lineales anuales.
• Antigüedad. 8’5% cada trienio sin topes para todos.

A pesar del notable esfuerzo de priorización que hemos hecho, la parte empresarial ha cerrado por su lado, sin opción a revisar, la posibilidad de negociar el 75 % de estas propuestas. De una manera más serena y educada que anteriormente, pero igual de contundente, la parte empresarial reduce la negociación a:

Regulación de la Jornada, el incremento salarial, la antigüedad, las categorías profesionales y la posibilidad de un ordenamiento de jubilaciones parciales progresivas.

Así, el periodo de Rebajas de Verano planteado por la patronal, nos obliga a centrar todo nuestro esfuerzo en estos puntos. Bajo la excusa del alto coste de la aplicación de las leyes de Igualdad y de Dependencia, la parte empresarial da por reducida toda la capacidad de avance del sector a estos puntos. Acostumbrados como estamos a escuchar los lamentos sobre la dureza de la gestión empresarial, no nos queda más remedio que poner toda la carne en esta parte de las propuestas, y muy en particular, en la que será sin duda nuestro caballo de batalla: la regulación de un sistema de antigüedad distributivo, justo, universal, y sin discriminaciones ni topes.