Los sindicatos piden generosidad en la mesa del protocolo laboral

Los sindiPropuesta patronal. Las cajas ofrecieron el 28 de diciembre prejubilaciones con una retribución del 75% del salario bruto

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La fusión entre Caja Duero y Caja España todavía tiene que sortear importantes obstáculos antes de que las asambleas generales de cada entidad decidan o rechacen en marzo definitivamente el proyecto. Tras alcanzar en Tordesillas hace cuatro jornadas un acuerdo en el reparto de sedes y órganos de dirección de la nueva entidad, las cajas deberán enfrentarse desde el próximo lunes a un objetivo clave para que el proceso no se derrumbe cuando apenas acaba de dar sus primeros pasos: la negociación laboral. Antonio Muñoz, representante de UGT, central sindical mayoritaria, en el consejo de administración de Caja Duero, reclama a las dos cajas que sean igual de generosas en el protocolo laboral que con el acuerdo político. Muñoz es uno de los tres consejeros, junto con Agustín Prieto, secretario regional de UGT, y Víctor Pedraz, representante de los impositores, que votó en contra del proceso en la reunión extraordinaria celebrada en la víspera de la festividad de Reyes. Una postura sustentada en el actual estado de las conversaciones en la mesa laboral. No tenemos ningún documento, denuncia, que avale las propuestas laborales lanzadas desde las cajas sustentadas en el documento elaborado por la consultora KPMG.

Muñoz, que ocupa un puesto en el consejo como representante de los trabajadores, se remite al acuerdo marco suscrito en noviembre por los directores de recursos humanos de Caja Duero y Caja España con los sindicatos con representación en las entidades. Un texto que recoge, entre otras exigencias, el compromiso de que no se utilizarán medidas traumáticas como expedientes de regulación u otras en la reestructuración de las plantillas. Los sindicatos reclaman, además, que la movilidad geográfica sea voluntaria y que, en caso de que se produzcan prejubilaciones o bajas incentivadas, las condiciones deberán negociarse y pactarse previamente con los representantes legales de los trabajadores. Una vez conseguido el reparto de sedes, el reto pasa ahora por alcanzar un acuerdo en el protocolo laboral que no será sencillo. De momento, la propuesta inicial de la patronal reflejada verbalmente en la mesa de negociación no es del agrado de las centrales sindicales.

Encuentro en Madrid
Caja Duero y Caja España propusieron el día 28 de diciembre en una reunión celebrada en Madrid prejubilaciones con una retribución del 75% del salario bruto según convenio y del 65% del resto de complementos, así como bajas voluntarias de 45 días por cada año trabajado y un máximo de 42 mensualidades, junto con la posibilidad de contratos parciales con un salario del 50%. Muñoz insiste en la inexistencia de un documento que recoja estas medidas y lamenta que los sindicatos no sabemos los criterios fundamentales que sujetan estas soluciones laborales necesarias para afrontar la extinción de 846 puestos de trabajo, 300 de ellos en Caja Duero. El Parador de Tordesillas volverá así a ser el lunes 11 de enero testigo de otra crucial cita en el proceso de fusión. Los 22 miembros de la mesa laboral, cinco de cada caja más el representante de Sagarduy Abogados y once de los sindicatos (cinco de UGT y dos de CCOO, CSICA y UEA), retomarán un diálogo imprescindible para que la fusión siga adelante. El presidente de Caja Duero, Julio Fermoso, adelantaba en noviembre en una entrevista a este diario el carácter prioritario del acuerdo laboral. Muñoz mantiene su confianza en este compromiso, pero agrega que las palabras se las lleva el viento y opta por pedir realidades en la reunión de Tordesillas.

No es el único. Un duro comunicado interno de UGT Caja Duero, donde se reitera que el sindicato no ha tenido acceso al Plan de Viabilidad pese a haberlo solicitado en varias ocasiones, acusa a las cajas de desprecio absoluto a los trabajadores. A fecha de hoy, no nos han entregado su propuesta laboral, aunque disponen de la nuestra desde hace dos meses. Lo del pasado 28 de diciembre, donde nos dictaron sucintamente algunas propuestas que sólo pueden pretender que no haya acuerdo, sólo podemos considerarlo como una inocentada. Si no nos demuestran la viabilidad de la futura caja y a día de hoy ni siquiera se ha iniciado la negociación del acuerdo laboral, el único voto en el consejo desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores sólo podía ser no. Tordesillas, dentro de tres días, volverá a actuar de juez en un proceso que no es irreversible.

J. Romero
Tribuna de Salamanca

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