CCOO ha hecho público el siguiente manifiesto, para conmemorar el Día internacional de las personas con discapacidad:
Desde que en 1992 la Asamblea de Naciones Unidas proclamó la fecha del 3 de diciembre como el día internacional de las personas con discapacidad, las organizaciones que defendemos los valores de igualdad y solidaridad venimos utilizando esta fecha como motivo de reivindicación y concienciación para conseguir que las personas con discapacidad alcancen el nivel de emancipación e igualdad que merecen como ciudadanos de pleno derecho.
En España, cerca de tres millones y medio de personas tienen algún tipo de discapacidad y sufren por ello, con más rigor si cabe, la dificultad de acceder a un empleo digno y con derechos como consecuencia de la crisis económica y la equivocada política económica de recortes que se viene aplicando en los últimos años.
La tasa de actividad de las personas con discapacidad (36%) continúa siendo apenas la mitad que la del resto de personas, y su tasa de desempleo no deja de crecer y tiende a cronificarse (la tasa de parados de larga duración es del 60%), el escaso empleo al que han podido acceder (apenas 150.000 contratos en el último año) es mayoritariamente precario (60% de temporalidad).
Desde CCOO tenemos la firme convicción de que la plena integración social de todas las personas pasa por poder conseguir un proyecto de vida autónomo sustentado en un empleo con derechos y de calidad. En el caso de las personas con discapacidad no es de otro modo. Ellos y ellas, como personas, como trabajadores y trabajadoras, no pueden quedar al margen de la reivindicación que diariamente hacen las organizaciones sindicales en defensa de un empleo digno y de calidad.
Eliminar las barreras que impiden el acceso al empleo y los derechos laborales y sociales debe representar un reto común para toda la ciudadanía pero, sobre todo, debe ser un compromiso sin límites de gobiernos, empresarios y las organizaciones sindicales.
Es necesario que se abandone la equivocada estrategia de los recortes y se entiendan las políticas públicas orientadas al desarrollo de una sociedad sin barreras no como un gasto, sino como una inversión de futuro, reforzando especialmente las políticas públicas orientadas a la educación y formación, la accesibilidad y autonomía, la igualdad de oportunidades y el acceso al empleo ordinario.
Frente a la crisis y los recortes, por un empleo digno y sin barreras.
Desde que en 1992 la Asamblea de Naciones Unidas proclamó la fecha del 3 de diciembre como el día internacional de las personas con discapacidad, las organizaciones que defendemos los valores de igualdad y solidaridad venimos utilizando esta fecha como motivo de reivindicación y concienciación para conseguir que las personas con discapacidad alcancen el nivel de emancipación e igualdad que merecen como ciudadanos de pleno derecho.
En España, cerca de tres millones y medio de personas tienen algún tipo de discapacidad y sufren por ello, con más rigor si cabe, la dificultad de acceder a un empleo digno y con derechos como consecuencia de la crisis económica y la equivocada política económica de recortes que se viene aplicando en los últimos años.
La tasa de actividad de las personas con discapacidad (36%) continúa siendo apenas la mitad que la del resto de personas, y su tasa de desempleo no deja de crecer y tiende a cronificarse (la tasa de parados de larga duración es del 60%), el escaso empleo al que han podido acceder (apenas 150.000 contratos en el último año) es mayoritariamente precario (60% de temporalidad).
Desde CCOO tenemos la firme convicción de que la plena integración social de todas las personas pasa por poder conseguir un proyecto de vida autónomo sustentado en un empleo con derechos y de calidad. En el caso de las personas con discapacidad no es de otro modo. Ellos y ellas, como personas, como trabajadores y trabajadoras, no pueden quedar al margen de la reivindicación que diariamente hacen las organizaciones sindicales en defensa de un empleo digno y de calidad.
Eliminar las barreras que impiden el acceso al empleo y los derechos laborales y sociales debe representar un reto común para toda la ciudadanía pero, sobre todo, debe ser un compromiso sin límites de gobiernos, empresarios y las organizaciones sindicales.
Es necesario que se abandone la equivocada estrategia de los recortes y se entiendan las políticas públicas orientadas al desarrollo de una sociedad sin barreras no como un gasto, sino como una inversión de futuro, reforzando especialmente las políticas públicas orientadas a la educación y formación, la accesibilidad y autonomía, la igualdad de oportunidades y el acceso al empleo ordinario.
Frente a la crisis y los recortes, por un empleo digno y sin barreras.
