Los nuevos estándares de lucha contra la evasión fiscal deberían estar operativos en 2014 y se basan en tres grandes líneas. En primer lugar, se establece una definición de aquella información que debe ser compartida entre países: intereses, dividendos, cuentas y rendimientos de una serie de productos asegurados. Esta definición también incluye los procesos de venta de activos financieros y otros ingresos generados por productos de inversión o por pagos realizados en relación a una cuenta.
El segundo pilar es el desarrollo de una plataforma operativa. La OCDE recuerda que para que el intercambio automático de información funcione de forma efectiva, es necesario establecer un marco legal y administrativo para asegurar la confidencialidad de los datos y evitar la fuga de los datos que se transmiten.
En tercer lugar, este organismo destaca el establecimiento de una plataforma legal de carácter multilateral para el uso y el intercambio de información fiscal. "Los trabamos están ya en marcha para asegurar que todos los países se benefician de un entorno más transparente. Esto incluye, por ejemplo, la ayuda para que los Estados en desarrollo puedan identificar las necesidades de asistencia técnica y organizativas", destaca la OCDE.