Sorpresa y rechazo. El anuncio de que el futuro presidente del banco que surja de la unión de Caja España-Duero y Unicaja, Braulio Medel, y el vicepresidente ejecutivo y consejero delegado, Evaristo del Canto, garantizan su permanencia en sus cargos al menos durante seis años provocó ayer la reacción en contra de los sindicatos y algunas fuerzas políticas; mientras desde los principales partidos se aseguró desconocer la decisión. Ello a pesar de que fuentes de Caja España-Duero confirmaron ayer que la medida está contemplada en el protocolo que «se leyó y aprobó» en el Consejo de Administración de la entidad el pasado 14 de abril. Sólo CC.OO. votó entonces en contra, alegando la defensa del Pacto Laboral.
Fuentes de la entidad con sede en León afirmaron también ayer que los estatutos que se están redactando ambas cajas de ahorro contemplan que los quince miembros del consejo de administración (y no sólo el presidente y el vicepresidente) permanezcan al menos durante seis años en sus cargos. Una decisión que se justifica, según la entidad, en la necesidad de dotar de estabilidad a la nueva institución financiera; y que le permita consolidar su situación en los mercados.
Desde la caja con sede en León se asegura que esta práctica es común entre las entidades que están surgiendo de la reestructuración del sistema financiero, y que otras cajas han establecido ya distintos periodos de permanencia de sus nuevos cargos hasta consolidar el proyecto.
Una explicación que no convence en absoluto a los representantes sindicales, que consideran que esta garantía de permanencia vulnera todos los principios de funcionamiento de las cajas.
Este argumento se rebate desde Unicaja. La entidad con sede en Málaga incidió ayer en que la decisión de que los consejeros permanezcan seis años en sus cargos responde a que el futuro banco está acogido a la regulación mercantil, una regulación que «no tiene nada que ver con la de las cajas de ahorro». Según explicaron desde la entidad que preside Braulio Medel, la medida «no es ningún privilegio ni contraviene la regulación mercantil», ya que el futuro banco puede regular los mandatos de sus directivos independientemente de las exigencias que plantea la ley de caja.
De hecho, la redacción de estos estatutos, que deberá ser aprobada por el Consejo de Administración de las entidades y luego por la Asamblea General, contempla que este primer mandato estatutario no estará vinculado a los procesos de renovación de los órganos de gobierno de las cajas.
La renovación. De momento el Consejo de Administración actual de Unicaja se mantendrá sin renovaciones al menos hasta el 2013, según establece la nueva Ley de Cajas recién aprobada por la Junta de Andalucía para las entidades que se encuentren inmersas en un proceso de fusión.
Tampoco está claro si los órganos de gobierno de Caja España-Duero se verán afectados por el proceso electoral de este mes. El documento de fusión entre las dos grandes cajas de Castilla y León establece un periodo transitorio de dos años (se inició en octubre del 2010) para consolidar la nueva entidad.
Fuentes sindicales señalaron ayer que este periodo es de «hasta dos
años», lo que no implica que tenga que agotarse el plazo. De hecho,
desde Csica se ha solicitado que los órganos de gobierno (los 37
miembros del consejo que suman a los de las dos cajas anteriores, y la
asamblea que también suma a todos los consejeros anteriores) se renueven
antes del próximo mes de octubre.
