Braulio Medel será el presidente del banco, cuya sede estará en Málaga y en el que Unicaja tendrá una participación del 63%

Unicaja y Caja España-Duero encarrilan su fusión


Los votos en contra que se registraron –1 en León entre 33 y 3 en Málaga entre 26– correspondieron a las centrales sindicales CCOO y Secar, que reclamaban que el protocolo reflejara garantías laborales para los trabajadores.

Casi once meses después de que Cajasur rechazara su fusión con Unicaja y prefiriera acabar intervenida y subastada por el Banco de España, la entidad malagueña ha conseguido encarrilar al fin un proceso de unión con el que dar al fin el ansiado salto de dimensión que desde hace años venía pregonando su presidente, Braulio Medel. Los consejos de administración de Unicaja y Caja España-Caja Duero, reunidos ayer por la tarde de forma paralela en Málaga y León, aprobaron por mayoría el protocolo de intenciones con el que, por el momento, se encaraman al tercer puesto entre los grupos de cajas españolas que han creado un banco con un volumen de activos totales de en torno a 81.000 millones de euros. Esa cifra, a día de hoy, sólo es superada por los 344.000 millones de Bankia y los 289.000 de La Caixa.

El acuerdo tendrá que ser desarrollado de forma contractual y ratificado de nuevo por los consejos de las dos cajas y, posteriormente, por las respectivas asambleas. El proceso podría estar culminado en el plazo de dos meses, según apuntaron a Efe en León fuentes cercanas al mismo. En Málaga no se ponen plazos, aunque la intención es que el tema «no se demore». A partir de entonces, sólo tocaría esperar a que el banco pueda estar operativo, una vez se superen todos los trámites administrativos. Cabe recordar que las dos cajas solicitaron el pasado 24 de marzo sendas fichas bancarias al Banco de España.

El protocolo de intenciones detalla que ese futuro banco, que realizará el ejercicio indirecto de la actividad financiera, tendrá una participación del 63% por parte de Unicaja y del 37% de Caja España-Caja Duero. Medel, será el presidente ejecutivo del banco y su primer directivo mientras que el actual presidente de la caja castellanoleonesa, Evaristo del Canto, ostentará la condición de vicepresidente ejecutivo del banco y consejero delegado.

Tanto el nuevo grupo como el banco tendrán su sede social en Málaga, aunque se mantendrán servicios operativos centrales del grupo en las sedes operativas actuales de ambas cajas (León, Salamanca, Málaga y Ronda), así como en Madrid, donde Caja España-Duero tiene 114 oficinas y Unicaja 23. La corporación industrial, que previsiblemente llevará el negocio de Participadas, tendrá su sede social en Salamanca.

Beneficios para la obra social


La futura entidad, que tendrá unas 1.870 oficinas y casi 10.000 empleados, volcará casi todo su negocio en ese futuro banco, quedando las cajas respectivas casi únicamente a cargo de sus respectivas obras sociales que, según apuntaron tanto Unicaja como Caja España-Caja Duero en su comunicado conjunto posterior a los consejos, «se nutrirá de los beneficios generados por la actividad financiera del banco».

«La unión de Unicaja y Caja España-Duero presenta una notable complementariedad, sinergias y diversificación en el negocio, un liderazgo en sus respectivas regiones de origen, así como una sólida posición de recursos propios de partida», señalaron ambas cajas.

En cuanto a la posibilidad de recurrir a las ayudas del FROB si se considera necesario, dado que Caja España-Caja Duero trae un déficit de 463 millones de euros para cumplir con la exigencia del 10% de core capital impuesta por el organismo regulador, el protocolo no se pronuncia al respecto. Aunque la puerta permanece abierta, fuentes del sector financiero consideraron «poco probable» que sea necesario hacerlo y más después de que ayer mismo el Banco de España ya autorizara las estrategias de financiación presentadas por 13 entidades o grupos.

El nombre comercial del futuro banco –para el que Unicaja ya registró en su día en la Oficina Europea de Marcas las denominaciones Unicajabanco, Bancounicaja, Unicajabank, Unibanco y Bankunión– también tendrá que ser negociado de cara al protocolo redactado, y cabe además la posibilidad de que se saque un concurso de ideas.
Los votos en contra que se registraron –1 en León entre 33 y 3 en Málaga entre 26– correspondieron a las centrales sindicales CCOO y Secar, que reclamaban que el protocolo reflejara garantías laborales para los trabajadores. Con los sindicatos también planean sentarse próximamente en la mesa laboral.

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ.

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