¿Y qué pasaría si en unos meses, como puede suceder, nos vemos en otro ERE?
Pues echemos la vista atrás para recordar el riesgo de que quienes firmaron el último ERE estén en disposición de firmar otro:
- La reducción del número de despidos se consiguió a cambio de unas suspensiones de contrato que nadie quiere. Pero, además, tal reducción se ha demostrado incierta; finalmente deberemos ser poco más de 3.000, porque lo manda Bruselas. Así pues, de reducción NADA de NADA.
- Las salidas las pagamos todos, eso ya lo sabemos; pero las pagaron especialmente quienes sufrieron un despido forzoso...
...Y de justicia en el reparto en función de la edad y la antigüedad, ni hablamos. En las indemnizaciones se combinaron elementos contradictorios y discriminatorios... ya tuvieras 36, 55, 57, 60, 64 años... en unos casos cobraron 20 días por año, en otros casos 50...
- Las circunstancias anteriores derivaron en la imposibilidad de cerrar el ERE con medidas voluntarias y la necesidad de completarlo con despidos forzosos: el ERE fue un fracaso, da igual como nos lo quieran vender.
- Por último, y como ya advertimos, la plantilla de CEISS se ha reducido a costa de los compañeros y compañeras de más edad, pero también a costa de muchos jóvenes con un gran potencial. La pérdida de este capital humano es insustituible y un error de cara al futuro de la Entidad.
Y si una negociación no respeta ninguno de nuestros principios... ¿Cómo esperaban que la avaláramos con nuestra firma...? No lo hicimos, ni los negociadores, ni nuestra afiliación, a quienes nosotros SÍ les consultamos.
Otras negociaciones que CCOO sí ha firmado son muy distintas; ejemplos hay muchos, algunos muy cercanos en el tiempo, como los de las entidades del Grupo Apollo (Evo Banco, AvantCard y Fracciona), otros más lejanos... y muchos en condiciones de negociación mucho peores, con propuestas empresariales más ajustadas.
Si sabes que no son de fiar, no te dejes engañar... VOTA CCOO.
