En esas líneas nos hemos movido tanto en la negociación del convenio estatal como en los distintos procesos de fusiones e integraciones emprendidos por las cajas.
A ninguno se nos oculta las tremendas dificultades por las que está atravesando el sector y la necesaria redefinición de papeles que, en estas circunstancias, debemos asumir unos y otros. En estos momentos el empleo y su estabilidad debe ser, con mucho, lo más importante para todos nosotros. Negociar buenas condiciones de salida para los compañeros que se marchan y garantizar el trabajo en el inmediato futuro para los que se quedan debe ser la principal obligación y responsabilidad de los sindicatos con sus plantillas.
Así lo hemos hecho en todos los procesos de concentraciones que ha habido en los últimos años. Es verdad que CC.OO. ha firmado todos y cada uno de los acuerdos laborales, incluido el de Caja Duero-Caja España que, por cierto, ha servido como referencia para casi todos los demás, garantizando el empleo y las condiciones del conjunto de las plantillas. En todo el sector se reconoce que, si ha habido un factor de coherencia en el desordenado panorama de fusiones y SIPs, este ha sido el alto nivel de responsabilidad de los sindicatos participantes, plasmados en los distintos acuerdos laborales firmados.
Nos guste o no, el inmediato futuro nos deparará más concentraciones de empresas y, por consiguiente, más reordenaciones y reestructuraciones de plantillas. Caja España-Duero no va a permanecer ajena a estos procesos que se avecinan y CC.OO. tampoco.
Creemos que nuestra línea de trabajo es la adecuada y así vamos a seguir. De nada sirven las pataletas y los discursos furibundos y estériles de otros que, sin el correspondiente trabajo de campo que se plasme en acuerdos laborales, solo conducen a poner la plantilla a la intemperie, desprotegida y, en suma, a los pies de los caballos.
Desde aquí, pedimos vuestro voto para poder seguir trabajando de manera honrada y eficaz por toda la plantilla.
