El pasado gran apagón eléctrico en España volvió a poner a prueba muchos sistemas y servicios esenciales. Y, como no podía ser de otra manera, en Cajamar, una vez más, hemos vuelto a pasar vergüenza. Vergüenza por la falta de planificación, por la ausencia de protocolos claros, y por el caos absoluto al que se ha visto sometida la plantilla.
Una caída generalizada del sistema que dejó sin servicio a oficinas, clientes y trabajadores/as, sin que nadie supiera qué hacer, ni cómo, ni cuándo. Ninguna instrucción clara. Ninguna comunicación fluida. Otra vez más, improvisación, confusión y nervios. Y como siempre, la presión recayendo sobre los mismos de siempre: los y las trabajadoras.
Incomprensible que la solución propuesta por la empresa para el personal del Banco/SSCC/Filiales y DT’s…sea el Teletrabajo, ese mismo que nos ha quitado y que no nos ha dejado ni regular.
Directrices tan surrealistas como la de entregar dinero a clientes sin línea, apuntes en OFF, generando una responsabilidad y un sobre estrés inaceptable por saltarse la normativa. Un efecto llamada a todos los chorizos. Sin ninguna medida de seguridad. Un total sentimiento de abandono.
Ya no hablemos del PREVIUS, a dos días de su finalización. ¿Como nos lo van a compensar?
La clientela, con razón, indignada. En las oficinas, en la calle, en las redes sociales. Las quejas se multiplicaron, el enfado fue creciente... y como siempre, los golpes los recibimos nosotros y nosotras. Dando la cara, explicando lo inexplicable, disculpándonos por lo que no controlamos. Porque cuando el sistema falla, no fallan las máquinas... fallan quienes deberían haber invertido para que no fallaran.
El riesgo reputacional ya no es una amenaza. Se ha materializado. Y no será la última vez si no se toman medidas urgentes, serias y valientes. Llevamos años denunciando la falta de inversión real en tecnología, mientras se destinan millones en altos sueldos, coches de lujo y una enorme sede PITA.
Desde CC.OO. volvemos a exigir un plan serio de inversión tecnológica, protocolos claros ante crisis como la vivida y, sobre todo, respeto a una plantilla que siempre responde... a pesar de todo.
Vergüenza. Sí. Pero no por nosotros. Por quienes deberían liderar y solo saben mirar hacia otro lado. Exigimos responsabilidades y explicaciones exhaustivas a la dirección de la empresa.
Desde CC.OO. no vamos a normalizar el caos ni a callar mientras la plantilla paga los platos rotos de una nefasta gestión.