Tenemos que competir. Nuestro futuro y el futuro de Caixanova está en juego. Pero tenemos un marco laboral que hay que respetar y cumplir, sin escudarse en voluntariedades y presiones individuales. Hay que realizar un esfuerzo de transparencia y negociación con las organizaciones sindicales.
Tenemos que dar paso a nuevas ideas, aceptar las aportaciones del personal, las opiniones contrastadas, no sólo las que nos gusta escuchar; la crítica constructiva, no siempre agradable. No se trata de rodearse de trabajadores serviles. Hay que renovar, pero ¿por donde empezar?.Tenemos que aprovechar los recursos que ya tenemos. Los Servicios Centrales piden a gritos una profunda remodelación. ¿Cuál es su función ahora mismo?. Estamos de acuerdo en que deben servir de apoyo a la red de oficinas.
Tenemos que contar con el personal necesario y disponer de unos productos financieros competitivos. Estamos cansados de la intifada económica a la que nos vemos obligados todos los días.
Tenemos que exigir también a los mandos eficiencia, tal y como se nos exige a todos y todas. Hay que dar ejemplo para exigir a los demás, no se trata de sacar el látigo. Es necesario ser más objetivos y no dejarse guiar por impresiones o sentimientos. Los jefes se deben dedicar al negocio, y no realizar la función de policías que vigilan los buenos usos y costumbres.
Tenemos que mejorar los medios. Seguimos echando en falta un acuerdo de conciliación de la vida laboral y familiar y la elaboración de un plan de igualdad.
Los objetivos se alcanzarán sin tanta presión y desgaste. El trabajo diario no se puede llevar a cabo en medio de una pelea constante, tanto con los clientes, como con los mandos o con las máquinas. No hay quien lo aguante, bueno sí... el personal de Caixanova.
Sr. Director General: en CC.OO. estamos dispuestos a aportar nuestra visión del negocio y dialogar acerca de lo expuesto en su intervención en el IFEVI. Esperamos su llamada, Sr. Pego.
