Fusión : Caixanova no quiere


No hay fusión porque Caixanova no quiere. Ese es el mensaje que el Presidente de la Xunta de Galicia envía a la sociedad y con el que pretende escurrir el bulto.

Deja la pelota en el campo de las Cajas, al fin y al cabo la decisión es de sus órganos de gobierno, y finalmente declarará: he hecho lo que he podido. La pregunta es: ¿Ejercerá el veto la Xunta en las alianzas que se planteen una vez que las Cajas hayan decidido?
Llegados a este punto, no creemos que la postura mantenida hasta ahora por Caixanova sea una estrategia de negociación para sacar una mayor tajada en el reparto de poder. Ahora bien, este circo mediático debe terminar cuanto antes y emprender la tarea a la que nos ha forzado la situación económica actual, derivada de la gestión de nuestros directivos y de la llamada reestructuración del sector financiero. Si ha habido errores de nuestros directivos, no debemos pasar página sin exigir responsabilidades.
Los sindicatos en Caixanova hemos obtenido la información solicitada. Nuestro Director General, en una decisión difícil porque no es lo acostumbrado en esta empresa, nos ha comunicado extensamente la opción elegida y la ha hecho llegar directamente a todos los trabajadores y trabajadoras. Desde CCOO, respaldamos esta decisión, una respuesta a la transparencia solicitada, y censuramos que un medio de comunicación haya hecho pública íntegramente una comunicación interna.
A partir de aquí y una vez se formalice la decisión adoptada, más pronto que tarde, nos tocará trabajar a los sindicatos en un acuerdo laboral basado en la defensa del empleo y en la homologación de las condiciones salariales. Y no, no es cierto que desde CCOO hayamos dicho ni decimos que una fusión interterritorial o un SIP afecta a un mayor número de empleos; eso lo dicen otros.
Caixanova, como entidad financiera, persigue la obtención de beneficios. No olvidemos que sin beneficios no hay Obra Social ni apoyo posible a las empresas y familias de Galicia. Por lo tanto, la solución elegida debe dar a luz una Caja viable económicamente y con la suficiente fuerza para mantenerse en el escenario financiero.
Mientras en Galicia seguimos discutiendo, en el resto de España se van consolidando otras fusiones y proyectos similares al SIP al que parece optar la Caja. Caja Rioja, CAI y Caja de Canarias formulan un contrato por 10 años con una cláusula que permite desligarse del mismo, avisando 2 años antes. Parece que Cajasol, Guadalajara y otras están en la misma línea. Las Cajas Catalanas avanzan en sus proyectos de fusión, lo mismo que Caja España y Caja Duero y por el sur Unicaja, Caja Jaen y Cajasur. Las Cajas Vascas son un mundo aparte. Van quedando menos Cajas en el mercado.
Resulta alarmante que precisamente ahora se tramite, y por procedimiento de urgencia, la reforma de la Ley de Cajas Gallega, sabiendo además que está para salir la Ley de economía sostenible estatal. Dada la coyuntura actual, es un abuso de poder. PP, PSOE y BNG han tenido la oportunidad de hacerlo antes. Es fácil constatar que en Caixanova los partidos políticos han pactado, quizás no por escrito, su representación con la Caja.
CCOO lleva años reclamando la democratización y transparencia de los órganos de gobierno dando cabida a una representación más plural y más acorde con la sociedad actual.
Resulta curioso ver aliados a PP y BNG defendiendo “a galleguidade das caixas” y que los puestos de trabajo “cualificados” no salgan de Galicia. Alguien parece olvidarse que en Madrid está ubicada una parte de los Servicios Centrales de Caixa Galicia desde hace tiempo, y esto una fusión nos tememos que no lo cambiaría.
Esta situación está dañando el prestigio de nuestras Cajas y no puede durar mucho más. Ya algún responsable político ha deslizado comentarios acerca de su solvencia.
Flota en el ambiente la eterna pregunta ¿de quién son las Cajas? Al poder económico le interesa este debate que busca poner fin a un sistema que ha funcionado y funciona, y que facilita el acceso a este mundo de las finanzas a todas las capas sociales. La banca está al acecho esperando que todo se resuelva para quedarse con el monopolio financiero.
En CCOO permanecemos atentos a lo que ocurre. Somos conscientes incluso que la tensa situación por la que atravesamos puede motivar o servir de excusa para tomar decisiones no deseadas, como la de cerrar más oficinas. Allá donde hay una oficina de Caixanova allí está CCOO con sus trabajadores y trabajadoras.
Este viernes acudiremos a la cita con la Xunta y le comunicaremos a su Presidente nuestra postura. Desde CCOO valoraremos la decisión adoptada una vez conocida en profundidad, pero el mantenimiento de la personalidad jurídica como Caja de Ahorros es innegociable así como la contribución de Caixanova al desarrollo y progreso de Galicia.
Mientras tanto, la Dirección de Caixanova debe seguir gestionando el día a día y poner orden en una empresa en la que muchos mandos intermedios amparándose en cuestiones organizativas hacen de sus territorios auténticos reinos de taifas imponiendo sus particulares leyes.