Podemos seguir analizando y criticando, como hemos hecho en nuestras últimas notas, estas desproporcionadas medidas que se van a poner en marcha, y las responsabilidades que en el actual estado por el que atraviesan las cajas (y la nuestra en particular), tienen sus órganos de gobierno, sus directivos, el propio Banco de España y los gobiernos central y autonómicos. Pero la realidad es la que es, y hay que mirar hacia delante.
A partir de aquà y a nuestro juicio, las posibles opciones existentes con garantÃas para nuestra Caja, sólo son dos:
1.- Un proceso de integración, bien a través de un SIP o de una fusión convencional, con una o varias de las cajas que aún permanecen independientes en el mercado y que pueden aportar el volumen y la solvencia necesarios para este nuevo escenario. Y aquà estarÃan las cajas vascas, Unicaja e Ibercaja, fundamentalmente. Y
2.- Integración en uno de los SIPs ya constituidos.
En cualquiera de los dos casos, debemos estar preparados y volver a mantener como requerimientos básicos y previos a cualquier proceso, el mantenimiento del empleo y de las condiciones laborales de la plantilla.
Llegados a este punto, conviene poner en valor dos importantes compromisos plasmados en el texto del Acuerdo Laboral de Fusión:
a) CapÃtulo I, punto 6. GarantÃas de Empleo.
“La Caja resultante de la fusión no promoverá la aplicación de medidas colectivas de reducción de empleo”.
b) CapÃtulo II, punto 11. Consolidación de Cantidades.
“En el caso de que la nueva Caja, antes de los plazos señalados, participara en un nuevo proceso de integración con otras cajas, cualquiera que sea la forma jurÃdica de tal integración, consolidará en su totalidad las cuantÃas señaladas con carácter previo a la efectividad de esa nueva integración”.
El primer punto no requiere mayor explicación. En cuanto al significado del segundo, decir que, ante un nuevo proceso y con carácter previo, todos los trabajadores de la Caja, consolidarÃan de forma automática el 100% del Salario MÃnimo Garantizado.
En fin, los tiempos vienen muy revueltos, pero cada vez es más evidente que cuanto peor vienen, más importante resulta el trabajo sindical hecho de manera paciente y responsable y, desde luego, mucho más productivo para los intereses del conjunto de la plantilla.