El salario del presidente de Kutxabank: simplemente inaceptable



¿Por qué os indignáis?

¡ESTO ES EFICIENCIA!

¿Para qué dedicarnos al negocio, para qué esforzarnos día a día en mantener alto el pabellón? Para qué, si luego llegan nuestros máximos burukides y echan por tierra todo nuestro esfuerzo. Esta semana le ha tocado empezar con el 73%.

No sabemos si estamos ante los 100 días de gracia más destructivos jamás concedidos a un nombramiento, pero todo indica que por ahí va. En poco más de una semana se ha lanzado a los pies de los caballos a la entidad más solvente del país. A nuestra empresa, de cuya buena marcha dependemos toda la plantilla. Hoy nos encontramos con una entidad más politizada que nunca, con una presencia sistemática en los medios de comunicación, investigados por la fiscalía y con el salario del presidente en portada de los periódicos.

Esta vez le toca el turno al 73%. En pleno endiosamiento del ratio de eficiencia, cuando el runruneo constante de que hay que reducir nuestros salarios castiga nuestros oídos, ese número acapara el escaparate de los kioscos. ¿A qué se refiere tal cifra? Ni más ni menos que a la ?subidita? de sueldo que se ha aplicado a la nómina del Sr. Villalabeitia. Esto sí que sí es eficiencia... personal: en dos meses ha casi duplicado un nivel de sueldo que ya de partida jamás llegaríamos a soñar cualquiera de los pobres mortales que cada día nos esforzamos en Kutxabank.

Echar mano del socorrido tópico de que ?la retribución sigue estando por debajo de la media en el sector y en el entorno de las entidades intervenidas? para justificar tan desproporcionado incremento resulta ser muy pobre argumento. Es simple y llanamente escandaloso. Kutxabank, como antes las cajas vascas, siempre ha hecho gala de ser una entidad de otro tipo, más apegada a los valores sociales que el resto de bancos. Y este salario consume el crédito que teníamos con la sociedad.

Mientras tanto, los temas que interesan a la plantilla siguen estancados. ¿A qué espera, Sr. Presidente, para hablar de contratación y rejuvenecimiento, de retornos y prejubilaciones...? ¿A qué  espera, Sr. Presidente, para comunicar cuál es el plan estratégico de la entidad? El tiempo corre, y no precisamente a favor.

10 de febrero de 2015