El presidente recibe una evaluación A+


Sufrida la evaluación de desempeño, que como siempre ha dejado tantos sinsabores a su paso, días después de conocerse la clasificación de oficinas, con no menos amargos resultados, conocemos que la retribución variable del consejo de administración se ha disparado un 341%.

Sufrida la evaluación de desempeño, que como siempre ha dejado tantos sinsabores a su paso, días después de conocerse la clasificación de oficinas, con no menos amargos resultados, conocemos que la retribución variable del consejo de administración se ha disparado un 341%.

¿Cómo nos hemos enterado? ¡Por la prensa, cómo si no! La noticia dice que el órgano de gobierno de Kutxabank, compuesto por 16 personas, se embolsó el año pasado la nada despreciable cantidad de 2.247.000 euros en total. El mismo medio indica que 1.299.000 euritos corresponden a la retribución fija, otros 603.000 a dietas y 345.000 a la retribución variable, más de la mitad de la cual correspondería al presidente. ¿Quién les ha evaluado con una A+ tan descomunal como para merecerse tan elevados estipendios? ¿Tiene sentido cobrar variable en estos cargos, cuando ya su retribución fija es lo suficientemente elevada como para exigírseles dedicación?

El presidente anunciaba hace ahora un año, con todo el bombo y platillo que se le pudo dar, que renunciaba a su retribución variable. Si alguien pensó que era ?para siempre?, entendió mal: parece que tanta ?generosidad? tenía caducidad y esta vez ha considerado que esos 200.000 que otro año perdonó están ?mejor en su bolsillo?.

De puertas afuera, la capacidad del consejo para vapulear la imagen de nuestra empresa indica una vez más que no tiene límites. Nos referimos al prestigio ante la sociedad, no para con Moody?s y similares, que todos y todas sabemos el alma que tienen. Cuando en las oficinas todavía estamos capeando el cabreo que ha producido el aumento, entre otras, de las comisiones de mantenimiento de cuentas, ¿se han parado a pensar en qué tal va a sentar esta noticia entre la clientela? No lo parece.

De puertas adentro, resulta ofensivo que mientras se embolsan esta pasta gansa vengan a la negociación del convenio con la batería de recortes que han traído, bajo el argumento de que son necesarios para garantizar la viabilidad de la empresa. Si ya antes no se veía por ninguna parte tal necesidad, tras estos números todavía se justifican menos.

No es novedoso que desde las poltronas todo se ve más relajado. ?Dicen que por ahí, los de abajo no están bien, que no dan abasto? ¡Qué va!, todavía pueden sudar más?. Y nos preguntamos, ¿cuánto han sudado sus personas para hacerse merecedores de tan alarmantes retribuciones? Nos gustaría ver sus monos de trabajo para ver cuánto rastro de sangre ha dejado su esfuerzo en ellos.

 

9 de marzo de 2017