Oportunidad o locura: Kutxabank presenta oferta por Catañunya Caixa



Las convulsiones del sector financiero desbordan todas las previsiones y plazos. La nacionalización de Bankia, todavía pendiente de fórmula, las auditorías pendientes y las incertidumbres que generan sobre el conjunto de las entidades han hecho aplazar el plazo previsto, del 13 de junio hasta finales de este mes, para la presentación de ofertas por Catalunya Caixa, Novacaixa Galicia y Banco de Valencia, aunque suena también que la subasta se puede suspender y esas tres entidades, solas o agrupadas, corran la misma suerte que Bankia. Sorprendentemente, se mantiene la fecha del 11 de junio, por ahora, como límite para que cada entidad presente sus planes de capitalización, aunque estén pendientes de las auditorías independientes (¿?). No está de más recordar que una de las firmas elegidas fue la que, con verdadero ojo de lince, diagnosticó que el principal banco irlandés era “todo un modelo de solvencia”… dos años antes de ser nacionalizado.

Pero, dentro de este caos en el que se ha convertido el sector financiero, no podemos olvidar que Kutxabank mantiene todavía abierta la realización de una oferta por Banco Catalunya Caixa, intervenida por el FROB y en un inacabado proceso de ajuste contable que continúa aflorando pérdidas por distintas vías.

¿Es prudente dar ese paso, sea cual sea el esquema de ayudas que se pudieran obtener? ¿Existe la claridad suficiente para saber si cualquier plan de viabilidad, visto lo visto, no se lo puede llevar de un plumazo un cambio regulatorio o una nueva sorpresa en los libros?

Por el momento ha transcendido –a saber si será cierto- que el Santander, también interesado en Catalunya Caixa, ha pedido ¡6.000 millones de euros! Y parece que tienen más músculo y diversificación en la obtención de recursos que Kutxabank.

Lo que sí sabemos, por la experiencia de estos últimos años, es que el proceso de deterioro de las entidades financieras puede producirse en muy poco tiempo. Aunque seguro que hay más razones, Bancaja parece que ha sido indigerible para Bankia, o Cajasol para Banca Cívica. Y ya veremos como hace la digestión el Banco Sabadell del “txitxarro” que supone CAM, entidad, por cierto, con la que hace no mucho (el tiempo pasa muy rápido) estuvimos a punto de aliarnos. Nos figuramos que, de la misma forma que los que realmente se aliaron con CAM, al frustrarse la operación con BBK, pudieron romper la alianza a tiempo, también la dirección de nuestra empresa habría encontrado el “gusano” escondido y la sangre no habría llegado al río. Pero da “repelús” solo pensarlo.

En resumen, dar en estos momentos un paso en falso puede tener unas consecuencias irreversibles. Habría que recordar la máxima ignaciana -tan querida, seguro, en las más altas instancias de nuestra empresa- que aconsejaba “en tiempo de turbación, no hacer mudanza”. Aunque ya sabemos que los aforismos sirven lo mismo para un roto que para un descosido.