Clasificación de oficinas 2017


Mal camino el transitado por Kutxabank. Cada píldora amarga que nos hace tragar supone un paso añadido a la generalizada política de desmotivación de la misma plantilla a la que luego se le exige la máxima implicación en la consecución de objetivos.

Aunque es más falta de ideas, inoperancia?

Lo llaman ?ahorro de costes?

Mal camino el transitado por Kutxabank. Cada píldora amarga que nos hace tragar supone un paso añadido a la generalizada política de desmotivación de la misma plantilla a la que luego se le exige la máxima implicación en la consecución de objetivos.

Es evidente que la ?política de ahorro de costes? es el nuevo mantra en el sector y no menos en Kutxabank. Como faltan las ideas para engrosar la cuenta de resultados por arriba, es mucho más sencillo aplicar las viejas recetas de toda la vida y recortar por abajo.

En el ámbito doméstico de nuestra empresa, mantras adicionales llevan tiempo instalados entre la cúpula dirigente: ?más con menos, sudar sangre??. Se constriñe la plantilla con salidas masivas sin contratación suficiente que las compensen; las oficinas andan en mínimos históricos de personal pero los objetivos no se reducen, lo que antes hacían entre 4 ahora habrán de hacerlo 3 (o menos); es imposible dar abasto, así que para llegar se comen nuestra vida privada.

Dentro de esta política reductora, el cierre de 40 sucursales en 2016 aparejará que la clasificación de oficinas de este año, que se hará oficial el viernes pero que ya corre como la pólvora en algunas zonas, resulte de difícil digestión. En torno a 75 oficinas descenderán de categoría, lo que supondrá un magro ahorro para la empresa pero un gran palo para los compañeros y compañeras afectadas.

El actual sistema de clasificación por cupos permitió durante sus primeros años que la incorporación de nuevas oficinas supusiera que el resto fueran poco a poco avanzando en el rating, con la correspondiente promoción profesional. Eran buenos tiempos, especialmente para la empresa: todo crecía, también los resultados.

Sin embargo, como cualquier sistema, éste también tiene sus picos y el cierre de oficinas ha generado una fuerte corrección hacia abajo. Y fundamentalmente este año se puede ver cómo muchas de las que subieron ahora bajan de categoría por el efecto de la clausura de otras. Pero, a diferencia de lo que ocurría en tiempos de crecimiento, hoy solo pierde la plantilla: las oficinas cumplen, los volúmenes aumentan, los resultados también? Pero tal injusticia jamás alcanzará a la cúpula, ya se tomarán medidas para que se quede más abajo. El sacrificio para los que ?han de sudar?, faltaría más.

Hemos criticado insistentemente el cierre de oficinas, el camino fácil por el que transita el sector y que también han tomado quienes dirigen Kutxabank porque no saben aportar nada nuevo en la gestión de la entidad. Unos cierres que están llevando a oficinas con mayores balances, más complicaciones en el difícil trabajo diario y con sus responsables cobrando menos, cortando expectativas de consolidación o directamente desapareciendo puestos de subdirección en oficinas C que pierden tal consideración por el solo hecho de la clausura de otras. Ni se valora si esa oficina está incrementando negocio, ni la problemática concreta de cada centro, ni la rentabilidad ni cómo se han obtenido los saldos en determinadas oficinas.

La traca final (para hacérselo ver, por cierto) es cómo algunas direcciones de zona comunican la mala nueva: ?sintiéndolo mucho tu oficina ha perdido la categoría, ya lo verás en la nómina de este mes de febrero. No te lo mereces, pero es que están cerrando tantas oficinas que... ¡qué se le va a hacer!, a trabajar lo mismo por menos dinero?.

Llámese ahorro de costes o como se quiera, pero es injusto para unas plantillas que están dedicando todo su esfuerzo a sacar adelante esas oficinas para que a las primeras de cambio sufran otro varapalo. Ahorrarán costes, pero están desmotivando a personas que ven que hagan lo que hagan, y aunque se esfuercen lo indecible, unos fríos números les privan del objetivo para el que están luchando todo el año.

Kutxabank puede y está a tiempo de rectificar. En nuestra plataforma de convenio hemos propuesto elementos correctores, porque aplicar este sistema como lo está haciendo la empresa, sin ninguna medida correctora, supone un elemento muy desmotivador. Perfectamente se puede establecer un sistema de compensaciones que mitigue las nefastas consecuencias de una política de negocio perversa. Sería una muestra de reconocimiento al buen trabajo realizado.

 

27 de febrero de 2017