Kutxabank cierra los foros


Sin ningún tipo de aviso o explicación, los foros de la intranet abiertos a la participación de la plantilla se han cerrado.

CUENTO DE NAVIDAD

Nicolás, también conocido como Nico entre sus allegados, sufrido empleado de una de las últimas oficinas de la Kutxabania superior, llevaba unos meses muy apurado. No encontraba los minutos suficientes para pulir su gran empeño personal, esa obra de la que estaba seguro que se iba a sentir muy orgulloso.

Por fin llegó el puente de diciembre, mandó a los niños a casa de la suegra, para que no le pertubaran la concentración necesaria, y se puso a terminar su poesía de Navidad que haría muy felices a sus convecinos del país Kutxabano. Mañanas, tardes y noches no quebrantaron su empeño, incluso el 11 de diciembre no quiso participar en la dominical comida familiar. Pero, por fin, lo había conseguido: ya tenía su regalo de Navidad.

El lunes 12 se levantó mucho antes de lo normal, aunque lo podía haber hecho primero porque realmente no había podido pegar ojo. Eran tales los nervios que necesitaba llegar pronto a la oficina para publicar esa pequeña joya que estaba seguro iba a emocionar a todos. Los 10 minutos desde que se enciende el ordenador, se empieza a conectar, se vuelve a reconectar y vuelve a parecer que por fin ya se conecta se le hicieron eternos, pero lo logró. Ya estaba dentro de la Intranet, era su momento.

¿Los nervios le estaban jugando una mala pasada?: no veía su objetivo. Miró y remiró pero los foros no aparecían. ¿Cómo podía ser, a dónde los habían movido? ¿Cómo es que nadie le había dicho nada? Quiso pensar que seguro que alguien había comunicado el cambio y que, por el ajetreo de las últimas semanas, el pobre Nico ni se había enterado, tan ocupado como estaba.

Buscó por todos los sitios, pero sin resultado. Hasta se metió en la temida ?Convivencia? por si los foros se habían mudado allí. Pero tampoco, no estaban en ningún sitio ni nadie le conocía. ?Foros? había desaparecido sin dejar rastro. Ni estaban ni, al parecer, se les esperaba.

Lloró y clamó justicia, pero todo cayó en saco roto. El todopoderoso que se había llevado los ?Foros? no los quería volver a soltar para que corrieran libres por los prados de Kutxabania. Otrora tantas explicaciones, tantos silencios ahora. ¡Cuántos usuarios estarían desolados...!

Nico, que padeció la injusticia, decidió que desde entonces se dedicaría a hacer fotocopias y mandar poesías por la valija a cada compañero o compañera de sufrimientos. El pobre en su ignorancia no sabía que en el siguiente cuento se iban a llevar también la libertad de expresión y de opinión.

MORALEJA.

Queridos niños y niñas: si os dejan una pelota, es para que se entretenga sólo el amo cómo y cuándo quiera. Si no le gusta, se la llevará y la pinchará, pues para eso es sólo suya. O eso al menos se cree.

26 de diciembre de 2016