Segunda reunión de la mesa del convenio: del ridículo al espento



Del ridículo al esperpento

Y viceversa.

Segunda reunión de la mesa negociadora del convenio colectivo y la perdiz, perpleja convidada de piedra, viendo cómo ELA y LAB tratan de marearla, en esta ocasión con el impagable apoyo de PK.

En primer lugar, se ha tenido que dirimir la procedencia o no de un escrito, dirigido por estos grupos al secretario de la mesa, nombrando como asesores de ?toda la parte social? a los grupos sin representación: ASPEM y ASPROBANK.

No deja de sorprender que dos sindicatos que tanto critican el ámbito geográfico de nuestro convenio nombren asesores ?de todos? a delegados de Asprobank, un sindicato estatal. ¿Hemos de pensar que necesitan sus consejos? No lo creemos, más bien la razón será otra.

De esta forma se ?inventan?, ellos solitos, cuatro puestos de asesor (según la RAE, persona que da consejo o dictamen) para convertirlos en mirones (personas que miran, y especialmente demasiado o con curiosidad) y concedérselos, por un lado, a un grupo como ASPEM, que ha entorpecido la participación de empleados y empleadas en las elecciones sindicales interponiendo numerosos recursos y que ahora vería con buenos ojos que nos saltásemos la norma. Y por el otro, a Asprobank, cuya breve historia en Kutxabank se limita a la judicialización de los resultados de las elecciones en Madrid.

Y habremos de recordar que en la anterior reunión, por unanimidad de todos los grupos presentes en la mesa, se aprobó que cada sindicato tuviera 2 asesores. Con la propuesta planteada, además de esos 10 habría otros 4 más, lo que llevaría a que hubiese más asesores (14) que miembros de pleno derecho (13).

Si lo anterior era ridículo, el otro punto que ha tocado resolver ya rozaba el esperpento. ELA, a quien no debe de gustar las salas de Gran Vía, ha solicitado que las reuniones se lleven a cabo en el PRECO, órgano donde se auspician procedimientos voluntarios para la solución de conflictos laborales y que dimana del Consejo de Relaciones Laborales, el cual ese sindicato ha abandonado y no quiere ni ver ni oír hablar de él. En fin, ?cosas veredes que farán fablar las piedras?.

Ninguna de las dos distracciones ha salido adelante. La mesa de convenio está debidamente constituida con arreglo a la norma vigente y cada grupo tiene la representación que le corresponde. Todo lo demás no son sino los ya habituales intentos de entorpecerla.

Ahora es momento de negociar y el tiempo transcurre inexorablemente. La dilación a la hora de abordar los contenidos del nuevo convenio colectivo no beneficia a ninguna de las partes, pero muy especialmente al conjunto de la plantilla.

Así pues, ¿por qué no nos dejamos de tanto brindis al sol?

 

 

21 de noviembre de 2016