Planificar las vacaciones en Kutxabank: peor que un dolor de muelas


Es necesario planificar las vacaciones bajo criterios claros que no se vean sometidos al albur de la caprichosa interpretación de los jefes.

Un año más asistimos a una nueva entrega del ?culebrón vacacional?, que como serie de suspense no despierta entre la plantilla el menor atractivo y sí cansancio, pues el tema central de la intriga lo constituye el cuándo, cómo y en qué condiciones podremos disfrutar de nuestras vacaciones.

Y nuevamente nos encontramos con responsables que parecen alcanzar el éxtasis a base a cabrear al personal a su cargo. A más cabreo, mayor placer. Personas que no necesitan recibir ánimos en su proceder, pues ya se los dan ellas mismas, y a las que ya sólo les falta marcarnos directamente qué días les ?viene bien? que nos tomemos de descanso.

Es el caso de esa jefatura de zona que deniega todas las vacaciones solicitadas para la segunda quincena de diciembre, aunque las mismas sean la primera opción del o la solicitante. O de esa que llama a sus directores y directoras de oficina para que presionen a la plantilla para que cojan vacaciones en agosto, no pareciéndole esfuerzo suficiente el hecho de que puedan aceptar estas vacaciones obligadas si no abarcan al menos dos semanas.

¿Y qué podemos decir cuando se rechaza al completo el plan de una oficina para obligar a su personal a coger vacaciones en el octavo mes del calendario? Pues que es inadmisible. Resulta incomprensible que mientras ocurre lo anterior en otras se denieguen las mismas porque hay demasiadas coincidencias en ese mes.

Habiendo, que las hay, jefaturas de zona, oficina o departamento que aplican la cordura y resuelven adecuadamente las diferencias, los casos expuestos son ejemplos de otras que utilizan criterios que irremediablemente generan fricción, choques y malestar entre los afectados y afectadas. Responsables que establecen normas no recogidas en parte alguna y que aplican unas soluciones que finalmente no satisfacen a nadie. Que quede claro: es caprichoso negar el disfrute de vacaciones en determinados periodos del año, o de libranzas antes del mes de marzo, o...

Estamos ante un problema, motivado por la falta de directrices comunes a seguir a la hora de elaborar los respectivos cuadros vacacionales, para el que la empresa no puede seguir mirando para otro lado y al que debe dar respuesta. Es necesario planificar las vacaciones bajo criterios claros que no se vean sometidos al albur de la caprichosa interpretación de quien pueda tener tentación de ello.

CCOO plantearemos este tema como materia para el próximo convenio colectivo. Sin embargo, bien podría Recursos Humanos recoger el guante y ponerse manos a la obra. Y hacerlo ya, pues venimos detectando que, como ocurre en el cesto de las manzanas, las tocadas, lejos de sanearse, lo que vienen haciendo es contagiar a las buenas en unas prácticas injustificables.

31 de marzo de 2016