Clasificación de oficinas.


Hoy hemos sido convocados por la empresa a la comisión de puestos para hacernos entrega de la clasificación de oficinas del año pasado, que no presenta grandes novedades. Ahora estamos pendientes del siguiente paso, la evaluación de puestos de servicios centrales, en la que esperamos que la empresa corrija los errores que se dieron en la anterior.

Clasificación y algo más

 

Hoy hemos sido convocados por la empresa a la comisión de puestos para hacernos entrega de la clasificación de oficinas del año pasado, que no presenta grandes novedades. Ahora estamos pendientes del siguiente paso, la evaluación de puestos de servicios centrales, en la que esperamos que la empresa corrija los errores que se dieron en la anterior.

La empresa ha facilitado hoy la clasificación de oficinas al cierre de 2015, que tiene efectos desde el 1 de enero de 2016 y cuyo listado íntegro acompañamos en el documento adjunto. Una clasificación que, como hemos dicho, presenta pocas modificaciones, dado el sistema de cupos establecido en el convenio colectivo.

Aquellas personas que se vean afectadas por una subida o bajada de la clasificación, y que tengan dudas sobre cómo repercute en su desarrollo profesional, que no duden en ponerse en contacto con los delegados y delegadas de CCOO. Procuraremos aclararlas todas.

Y dado que desde los ámbitos de salud laboral siempre nos vienen derivando a esta comisión de puestos, desde CCOO hemos querido dejar constancia en esta reunión de una reivindicación que venimos reclamando insistentemente: hay que revisar el sistema de evaluación de desempeño. Es un método que incide directamente en el desarrollo profesional de las personas que ocupan puestos de dirección y subdirección de oficinas, al igual que en el resto de puestos de banca personal, empresas y servicios centrales. Y es un método que no nos gusta.

No nos gusta porque el sistema actual es excesivamente subjetivo, no permite la inclusión de comentarios por parte de la persona evaluada, no refleja quién hace modificaciones a ese informe ni el historial de pasadas evaluaciones, lo que abre puertas a la indefensión, el capricho y la injusticia.

Así pues, no puede seguir postergándose la mejora del método utilizado, que hoy deja en manos de la decisión personal de quien evalúa el desarrollo de la carrera profesional de los compañeros y compañeras evaluadas.

26 de febrero de 2016