La flexibilidad horaria afectará a un máximo de 122 personas, un 20% de la actual plantilla, mediante adscripción voluntaria. En caso de no conseguir ese número, la compañía podrá adscribir, con carácter obligatorio, a cuantos operadores y operadoras necesite hasta llegar a ese máximo. Esta medida se mantendrá por un periodo de 18 meses a partir del primero de octubre y aquellos empleados y empleadas que no admitan la mencionada flexibilidad, podrán optar por un cambio de turno, reducir su jornada en una o dos horas o rescindir su relación laboral con una indemnización de 35 días por año trabajado.
CCOO agradece a la Dirección General de Trabajo su mediación y manifiesta su satisfacción por el acuerdo alcanzado. Por otro lado lamenta la actitud de la multinacional, en la que la falta de transparencia y lo contradictorio de sus necesidades ha venido siendo una constante.
Para CCOO, lo más relevante del acuerdo alcanzado, es la posibilidad que tendrán las 168 personas despedidas en agosto para volver a su trabajo, algo por lo que esta organización, junto a la CSI-F, ha luchado siempre. Junto a esto, el conjurar el riesgo de un expediente de regulación de empleo, completa lo positivo del acuerdo.
Por último, la compañía se compromete a mantener el actual volumen de empleo, al menos, hasta marzo de 2012, mes en el que finalizaría el contrato que, con motivo del acuerdo, renovarán con Vodafone.