Decenas de representantes sindicales del sector portaban una pancarta con un lema muy claro, sencillo y conciso: “Basta ya de explotación laboral”. En un sector estratégico que da cobertura informática a gran parte del tejido empresarial aragonés hay más de una decena de categorías profesionales que cobran por debajo del SMI. Javier Valero, secretario general de la sección sindical de la consultoría DXC ha asegurado en la protesta de esta mañana que “llevamos desde 2009 sin una renovación real del convenio. Hay actualmente categorías profesionales por debajo del SMI. Con esta protesta lo que pedimos para este convenio es que se reconozca la realidad de las empresas TIC y se dignifique el sector”.
La patronal ha propuesto actualizar las categorías más bajas hasta los 14.000 euros al año y para las más altas una subida de unos 500 euros, hasta alcanzar un tope de 27.300 euros al año, una propuesta que CCOO tacha de inaceptable. Las condiciones más precarias la soportan los jóvenes que acceden desde la Universidad a una empresa del sector y son subcontratados por ello, “cada vez hay menos jóvenes interesados en estudiar tecnologías de la información y los que cursan estos estudios quieren realizar su labor en otros países donde las condiciones laborales son mejores”.
Otro de los puntos que CCOO quiere regular en el nuevo convenio son las abusivas jornadas que soportan las plantillas de las TIC y el grave problema de la falta de “desconexión digital”. Mariano Royo, delegado en una empresa del sector, asegura que “quieren que trabajemos 12 horas al día de lunes a sábado sin dar ningún tipo de compensación económica a cambio. La patronal se niega a negociar mejores condiciones laborales y consigue que el convenio siga caducado de esta forma no se actualizan sueldos y seguimos soportando unas condiciones muy precarizadas”.
CCOO reclama para el nuevo convenio una regulación de la jornada para que las plantillas puedan conciliar su vida laboral y familiar y una mejora salarial para las categorías más bajas de hasta 17000 euros al año y los más altos de hasta 50.000 euros al año.