Desde hace semanas, la teleoperadora Konecta, que es la voz de empresas como Banco Santander, Openbank, Bankia, Vodafone, Orange, Iberdrola, Naturgy o Mutua Madrileña entre otras, y de de servicios públicos como la Agencia Tributaria, la Tesorería General de Seguridad Social o Aguas de Barcelona. Ha iniciado la imposición forzosa del trabajo presencial del personal que hasta el momento desarrollaba su actividad en la modalidad de teletrabajo como medida de protección frente al Covid-19.
CCOO considera un sinsentido y un atentado contra la salud el imponer la vuelta a un trabajo presencial a los call centers, exponiendo a miles de trabajadoras a un riesgo de contagio que no solo les afectará a ellas y sus familias, sino a las poblaciones en las que se desarrolla la actividad. Además de una decisión totalmente innecesaria puesto que los servicios se han prestado con total normalidad de forma telemática y podrían seguir de la misma forma, como en el resto de empresas del sector.
Para el sindicato es una irresponsabilidad ante la que pide que intervenga el Ministerio de Sanidad y las autoridades sanitarias de las comunidades autónomas, ya que ha quedado acreditado que el virus se transmite por aerosoles, y la actividad de la jornada en un call center se desarrolla en oficinas cerradas con centenares de personas hablando durante horas en salas diáfanas. Algo que constituye un riesgo para la salud pública.
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