El Banco de España quiere una fusión total para las cajas de Castilla y León

Se descarta la posibilidad de una fusión virtual entre Caja Duero, Caja España y Caja Burgos, pero se temen los obstáculos políticos que puedan poner

Se descarta la posibilidad de una fusión virtual entre Caja Duero, Caja España y Caja Burgos, pero se temen los obstáculos políticos que puedan poner los consejos.Caja España, Caja Duero y Caja Burgos son conscientes de que el Banco de España quiere que su unión sea una fusión real y no una integración virtual bajo, por ejemplo, la forma de un SIP (Sistema de Protección Institucional) y trabajan “sobre este supuesto”, según fuentes cercanas al proceso.

Se descarta la posibilidad de una fusión virtual entre Caja Duero, Caja España y Caja Burgos, pero se temen los obstáculos políticos que puedan poner los consejos.

Caja España, Caja Duero y Caja Burgos son conscientes de que el Banco de España quiere que su unión sea una fusión real y no una integración virtual bajo, por ejemplo, la forma de un SIP (Sistema de Protección Institucional) y trabajan “sobre este supuesto”, según fuentes cercanas al proceso.

En todas las reuniones que las cajas han mantenido con el regulador desde antes del verano, con una frecuencia casi semanal, el Banco de España les ha trasladado su voluntad de que las tres entidades acaben convergiendo en una sola. Aunque en otros casos, como acaba de pasar con Caja Canarias y Caja Navarra, el regulador no descarta a priori la posibilidad de un SIP, en Castilla y León no contempla esta alternativa, tanto por las debilidades de algunas de las cajas implicadas como por el hecho de que se trataría de una fusión intrarregional, en principio más sencilla que una entre cajas de CCAA distintas.

La idea ha calado al menos en los equipos directivos de las entidades, que coinciden en que se trata de la mejor solución para todas. El camino, sin embargo, no está exento de obstáculos que, una vez más, podrían venir del lado de la política o, dicho de otra forma, de los componentes políticos sentados en los respectivos consejos. De hecho, las tres cajas castellano-leonesas esperan con impaciencia que KPMG les entregue el informe donde la consultora plantea las alternativas posibles para su unión.

Se prevé que la versión oficial tardará al menos una semana, aunque podría retrasarse unos días más: “será a partir del 16 de octubre”, indican desde una de las cajas. Todavía cabe la posibilidad de que el informe plantee una ‘fusión virtual’ como alternativa factible a la integración total. En este caso, cuando cada entidad traslade el documento a su respectivo órgano de administración, el consejo podría optar por respaldar esta opción en vez de la fusión.

De hecho, fuentes cercanas a la situación reconocen que, aunque se trate de cajas de una misma comunidad, la situación socio-política de Castilla y León rodea esta fusión de polémicas parecidas a las que bloquean las uniones entre regiones. Ninguna de las ciudades interesadas (León, Burgos y Salamanca) quiere renunciar a tener la sede de la caja; la rivalidad entre ayuntamientos y políticos locales llega hasta los ayuntamientos más pequeños y, fundamentalmente, ningún político está dispuesto a renunciar a su puesto en una u otra caja sin dar batalla.

La fusión también podría levantar ampollas entre los sindicatos. Fuentes de Comfia, la sección financiera de Comisiones Obreras (CCOO), explican que hay preocupación por el desarrollo de un proceso que acabará teniendo repercusiones duras sobre el empleo en la región, por la enorme duplicidad de oficinas que hay entre las tres cajas.

De las 605 sucursales que tenía Caja España el pasado diciembre, 386 están en Castilla y León y 95 en Madrid; en el caso de Caja Duero, de un total de 561 sucursales, 293 están en la región de origen y 64 en Madrid, mientras que para Caja Burgos la distribución es de 158 oficinas en la comunidad y 21 en Madrid, sobre un total de 195. Está claro que una fusión conllevará el cierre de parte de la red, ya que entre sus objetivos están la mejora de la eficiencia y la adaptación de la capacidad productiva a las posibilidades reales de negocio.

Contundencia
Por eso, dentro de las tres cajas hay quien opina que el Banco de España les haría un gran favor si fuera más contundente a la hora de indicarles el camino: “Nos vendría muy bien que el regulador impusiera la fusión, así no tendríamos que enfrentarnos con el consejo”.

No obstante, otras fuentes opinan que el regulador siembre traslada con contundencia sus mensajes y que no les hace falta imponer para que las entidades sigan el camino que indica. Otra cosa es que entre a solucionar los líos políticos que tiene que resolver cada caja.

Michela Romani

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