Pilar Igea, ayudante de cocina y delegada del sindicato CCOO, asegura que la reducción de horas de su jornada laboral impide realizar su labor de una manera óptima: “hemos comenzado el curso con menos tiempo para limpiar espacios más grandes para los usuarios. Se están aprovechando de nuestro esfuerzo personal para sacar el trabajo adelante”. Y es que ella y sus compañeras han visto como su jornada laboral se reducía a menos de la mitad. Tiempo en el que tienen que limpiar y desinfectar las cocinas y los comedores escolares, mientras se desarrollan los diferentes turnos de comedor. “Este año nos han habilitado un mayor número de comedores y carecemos de personal para poder cumplir el protocolo anti-Covid. Reclamamos a la administración que dote a las empresas de las herramientas necesarias para realizar bien nuestro trabajo”, asegura Pilar. Cabe recordar que el Ayuntamiento realiza este servicio a través de empresas de limpieza subcontratadas. “Nos quejamos al centro, este transmite nuestras protestas a la administración pero las soluciones no llegan”.
Carmen Ruiz, monitora de comedor y delegada de CCOO, critica la nula planificación del departamento de educación: “se planificaron los espacios en el horario lectivo pero no en el comedor”. Asegura que este año no tienen el personal necesario para facilitar un servicio de calidad y que respete los denominados grupos burbuja. “Necesitamos más monitoras, hay muchísimas en la calle. Venimos de un sector precarizado y ahora gran parte de las plantillas están en casa esperando la llamada de la empresa para volver a trabajar”.
Exigen una reducción de las ratios de alumnos para no poner en peligro la salud de los alumnos y alumnas que utilizan este servicio. “En algunos casos, una monitora atiende a varios grupos burbuja a la vez. Las compañeras hacen su labor con gran profesionalidad, los padres y madres pueden estar tranquilos, pero necesitamos más apoyo y recursos”, asegura Carmen Ruiz.