La mayor parte de las patologÃas laborales siguen sin estar reconocidas, a pesar de que cada año mueren 16.000 personas en España a consecuencia de un cáncer derivado de la exposición a sustancias quÃmicas en el trabajo. AsÃ, en 2008, se notificaron 800 accidentes, pero “no se reconoció ninguna muerte” por enfermedad, según explicó ayer el director del Instituto de Salud, Trabajo y Ambiente (Istas), Fernando Rodrigo, durante una jornada organizada en Zaragoza por la SecretarÃa de Salud Laboral de CCOO.
Rodrigo afirmó que la falta de “visibilidad y de abordaje de las polÃticas públicas” impide que se reduzca el número de vÃctimas que fallecen por afecciones relacionadas con su oficio. En el caso de los siniestros, han “conseguido que mueran mil personas menos”, indicó el experto.
Empresas reincidentes
El servicio de alertas de la Seguridad Social detectó veinte empresas gallegas en 2008 que requerÃan de una “especial vigilancia” por la elevada incidencia de enfermedades profesionales y siniestralidad. De éstas, cinco superaban los lÃmites de años anteriores. Las firmas gallegas representaron el 9% del total español, donde se registraron 220 compañÃas con riesgos laborales.
Además, más del 10% de las factorÃas reincidentes se ubican en la comunidad.
El origen de esta situación se remonta, según relató ayer el director del Istas en Zaragoza, al año 2006, cuando entró en vigor una modificación de la ley por la que las mutuas asumieron el coste de las bajas por enfermedad. Solo ese año, en Aragón la cifra cayó de 1.801 enfermedades a 1.521, mientras que actualmente se sitúa en 1.049, casi la mitad que hace cuatro años. En la misma lÃnea, también los sindicatos denunciaron que las aseguradoras infradiagnostican “sistemáticamente” este tipo de dolencias.
Las mutuas gestionan hoy dÃa en España las altas y bajas de 15 millones de personas, el 95% de los trabajadores por cuenta ajena, mientras que el incremento del gasto por incapacidad temporal se ha ido reduciendo sistemáticamente en los últimos años, en parte por las medidas destinadas a combatir el fraude. En 2008, se situó en 7.716 millones de euros.
El acto celebrado ayer contó, además, con la presencia del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe de la Unidad de EpidemiologÃa ClÃnica y Molecular del Cáncer, Miquel Porta. En su intervención, este experto destacó que la contaminación quÃmica ocasiona a su vez “gran cantidad de patologÃas que no quedan registradas”, un hecho que invita a denunciar este tipo de situaciones. “A veces parece que somos alarmistas, y en realidad estamos siendo muy prudentes”, aseveró Porta
Rodrigo afirmó que la falta de “visibilidad y de abordaje de las polÃticas públicas” impide que se reduzca el número de vÃctimas que fallecen por afecciones relacionadas con su oficio. En el caso de los siniestros, han “conseguido que mueran mil personas menos”, indicó el experto.
Empresas reincidentes
El servicio de alertas de la Seguridad Social detectó veinte empresas gallegas en 2008 que requerÃan de una “especial vigilancia” por la elevada incidencia de enfermedades profesionales y siniestralidad. De éstas, cinco superaban los lÃmites de años anteriores. Las firmas gallegas representaron el 9% del total español, donde se registraron 220 compañÃas con riesgos laborales.
Además, más del 10% de las factorÃas reincidentes se ubican en la comunidad.
El origen de esta situación se remonta, según relató ayer el director del Istas en Zaragoza, al año 2006, cuando entró en vigor una modificación de la ley por la que las mutuas asumieron el coste de las bajas por enfermedad. Solo ese año, en Aragón la cifra cayó de 1.801 enfermedades a 1.521, mientras que actualmente se sitúa en 1.049, casi la mitad que hace cuatro años. En la misma lÃnea, también los sindicatos denunciaron que las aseguradoras infradiagnostican “sistemáticamente” este tipo de dolencias.
Las mutuas gestionan hoy dÃa en España las altas y bajas de 15 millones de personas, el 95% de los trabajadores por cuenta ajena, mientras que el incremento del gasto por incapacidad temporal se ha ido reduciendo sistemáticamente en los últimos años, en parte por las medidas destinadas a combatir el fraude. En 2008, se situó en 7.716 millones de euros.
El acto celebrado ayer contó, además, con la presencia del catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe de la Unidad de EpidemiologÃa ClÃnica y Molecular del Cáncer, Miquel Porta. En su intervención, este experto destacó que la contaminación quÃmica ocasiona a su vez “gran cantidad de patologÃas que no quedan registradas”, un hecho que invita a denunciar este tipo de situaciones. “A veces parece que somos alarmistas, y en realidad estamos siendo muy prudentes”, aseveró Porta