Las tres grandes cajas de Castilla y León han dado un paso decisivo este fin de semana en el arduo camino de su fusión. Tras el documento de viabilidad presentado ante el Banco de España el pasado 27 de octubre (un informe contractual en el que no se fijaban sede, presidencia, plantilla, ni constitución del consejo), los directivos de las tres entidades han logrado avanzar en el organigrama de la que será la mayor entidad bancaria de Castilla y León, y la sexta por activos en el conjunto de las españolas. Han llegado a un acuerdo para fijar en Burgos la sede del centro de negocios que hasta ahora, las tres entidades tenían en Madrid; Salamanca se quedará con los servicios centrales de la nueva caja de ahorros, y la presidencia y secretaría general radicará en León.
Según una información publicada por la 'La Gaceta de Salamanca', el acuerdo ultimado el viernes y pactado durante el fin de semana va a ser presentado mañana a los respectivos consejos de administración de las entidades, que se reunirán para dar la aprobación definitiva a la fusión. El pacto al que han llegado los presidentes de las entidades determina que Salamanca (Caja Duero) recibirá los servicios centrales de la futura caja, así como los órganos de gobierno y la sede de la obra social. Lucas Hernández, actual presidente de Caja Duero, se perfila como el primer presidente de la nueva entidad, y Julio Fermoso, como el vicepresidente.
El organigrama de la nueva caja, que cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla y León, concedería a Burgos departamentos como el de Tesorería y Extranjeros, además de la sede de las empresas participadas, y dejaría a León la presidencia y la secretaría general, la sede del consejo de administración y el departamento informático, ya que, según el informe de la consultora KPMG presentado al Banco de España, Caja España es la que dispone de los servicios técnicos más avanzados.
Con estas decisiones y la promesa que hace diez días se hiciera a los sindicatos de que la reducción de plantilla que incluye el documento de fusión se hará de forma no traumática, sin despidos y mediante bajas y prejubilaciones, los presidentes de Caja España, Santos Llamas; Caja Duero, Julio Fermoso, y Caja de Burgos, José María Arribas, acudirán mañana a León, Salamanca y Burgos a las reuniones de los consejos de administración. Comenzará así el proceso formal de fusión que debe poner los cimientos de la gran caja de Castilla y León y se cumplirán a la vez los plazos marcados por el Banco de España.
El Norte de Castilla
Según una información publicada por la 'La Gaceta de Salamanca', el acuerdo ultimado el viernes y pactado durante el fin de semana va a ser presentado mañana a los respectivos consejos de administración de las entidades, que se reunirán para dar la aprobación definitiva a la fusión. El pacto al que han llegado los presidentes de las entidades determina que Salamanca (Caja Duero) recibirá los servicios centrales de la futura caja, así como los órganos de gobierno y la sede de la obra social. Lucas Hernández, actual presidente de Caja Duero, se perfila como el primer presidente de la nueva entidad, y Julio Fermoso, como el vicepresidente.
El organigrama de la nueva caja, que cuenta con el respaldo de la Junta de Castilla y León, concedería a Burgos departamentos como el de Tesorería y Extranjeros, además de la sede de las empresas participadas, y dejaría a León la presidencia y la secretaría general, la sede del consejo de administración y el departamento informático, ya que, según el informe de la consultora KPMG presentado al Banco de España, Caja España es la que dispone de los servicios técnicos más avanzados.
Con estas decisiones y la promesa que hace diez días se hiciera a los sindicatos de que la reducción de plantilla que incluye el documento de fusión se hará de forma no traumática, sin despidos y mediante bajas y prejubilaciones, los presidentes de Caja España, Santos Llamas; Caja Duero, Julio Fermoso, y Caja de Burgos, José María Arribas, acudirán mañana a León, Salamanca y Burgos a las reuniones de los consejos de administración. Comenzará así el proceso formal de fusión que debe poner los cimientos de la gran caja de Castilla y León y se cumplirán a la vez los plazos marcados por el Banco de España.
El Norte de Castilla