Los primeros contratos se adaptaban bien a su vida personal, ya que eso le permitía seguir estudiando, pero ahora, sumando responsabilidades, eso de tener 30 horas a la semana se hace muy precario. La subsistencia depende de las horas complementarias que cada semana le propone su Responsable, pero en detrimento de la disponibilidad completa, para final de mes ganar unos euros más.
Además el estrés psicológico es brutal, porque en un mismo trimestre hay meses que trabaja muy pocas horas, con lo que se traduce en una nómina muy pequeña, y otros meses muchas más horas, por lo que la planificación c o o personal es muy compleja. Al final los gastos son los mismos todos los meses, hipoteca, coche, facturas... y depende ncluso de la ayuda familiar.
Adelina, después de estos 4 años, es más que una compañera de Gilda, ya que ella, día a día y codo con codo, le ha enseñado todo el oficio a Adelina. Incluso es la misma Adelina la que no entiende aún que su mejor compañera solo tenga una base horaria menor.
Por eso Adelina, Gilda y Horacio van a VOTAR a sus compañeros de Comisiones Obreras, para luchar por contratos dignos, horarios conciliadores, descansos justos, desconexión digital, trabajar y vivir...