El lunes empezó la semana con nuevos problemas


Hemos empezado esta semana arrastrando los problemas técnicos que sufríamos la pasada semana y añadiendo nuevos. Esta situación no debe continuar.


A los problemas de la semana anterior hay que añadir los que impiden realizar operaciones de préstamos, productos de inversión y seguros. Se caen las tablets, la App es como un intermitente, ahora va, ahora no va. La web de la Banca de Empresas, aparte de sus carencias, está inoperativa en demasiadas ocasiones, etc. Queremos que los clientes hagan sus transacciones a través de dispositivos digitales, pero cuando no funcionan y vienen a operar a la oficina les cobramos comisiones en un alarde de inteligencia comercial.

 

El nivel de enfado de los clientes va en aumento. Tanto es así que esta situación está llegando a un límite muy peligroso. En los últimos tiempos se está incrementando el nivel de agresividad de los clientes en sus quejas y ya se ha producido, al menos, un caso de violencia física. Como consecuencia de todo lo anterior, estamos percibiendo también un importante incremento del índice de irritación y cólera entre los empleados por lo que pedimos públicamente al Servicio de Prevención del Banco que empiece a tomar cartas en el asunto para evitar los evidentes riesgos psicosociales para la plantilla.

 

A todo ello la respuesta del Banco es la de siempre, no hay más recursos humanos ni más inversión en tecnología. Eso sí, apretar las tuercas cada día es la única “aplicación” que no falla nunca. Aunque sigamos sin saber todavía los presupuestos de la Q1 con todo lo que ello conlleva.

 

Como decíamos al inicio, esta situación no debe continuar. Todo el mundo sale perjudicado, los clientes, la reputación e imagen del Banco y, sobre todo, los empleados que tienen que aguantar improperios cuando ni los han causado ellos ni tienen herramientas y autorización para solucionarlos.

 

Queremos pedir a la Dirección del Banco que sí, como dice, no tiene capacidad para solucionar la falta de medios humanos y técnicos, que al menos actúe dónde si tiene capacidad, en la organización del trabajo. Lo que queremos decir con eso es que deje de presionar a los empleados como si tuviesen los medios de los que carecen y como si no hubiese un mañana. La gestión de los distintos responsables, de todos, debe incluir dar soluciones a los problemas que tienen los empleados en su trabajo, no ser ellos mismos uno de esos problemas.

 

La tuerca no puede seguir apretándose hasta el infinito.

 

Recibid un cordial saludo.