Según Fernández, su grupo sostiene que la reforma laboral persigue "el interés general y no es una reforma parcial ni puntual". "Es legítima la petición de CSI-F, pero la reforma laboral busca agilizar el mercado de trabajo", añadió.
Así, aunque insistió en que el Grupo Popular "estudiará" todas las propuestas que se presenten dentro del plazo de enmiendas, dejó entrever que las peticiones de CSI-F no obtendrán respuesta.
Además, ante la inquietud del sindicato por que hasta 700.000 empleados públicos se vean expuestos a un posible ERE, Fernández quiso dejar claro que "no es perentorio despedir a alguien" en la Administración.
CSI-F SE PREPARA PARA EL 'NO' DEL PP
El plazo de enmiendas a la reforma laboral en la Cámara alta finaliza mañana y tras su votación, la reforma laboral quedará definitivamente aprobada.
Por ello, CSI-F ha avisado al PP que se encuentra ante la "última oportunidad" para dar marcha atrás a una medida que, según aseguran, abre la puerta al despido de cientos de miles de trabajadores del sector público. Más aún, ha asegurado que los empleados públicos seguirán con atención esté último trámite y "actuarán en consecuencia".
El sindicato no ha concretado qué medidas podría tomar una vez se apruebe la reforma laboral en sus actuales términos en lo referente al sector público. Previsiblemente habrá que esperar a que el sindicato celebre su Consejo, el próximo 21 de junio.
ep