Ayer, domingo, un trabajador prejubilado de Bankia ha sido apuñalado en su propia casa en Paterna (Valencia) por un policía local, que está de baja por depresión y que culpa a la víctima de haberle arruinado con las preferentes. El ex empleado se encuentra ingresado y está grave.
Este dramático suceso demuestra la grave situación de amenaza que sufre la plantilla a diario y el aumento evidente de los riesgos para la salud y para la integridad física de los trabajadores, como consecuencia de nuestra actividad laboral.
CC.OO. viene insistiendo hace tiempo en esta materia ante la Entidad y venimos trabajando asimismo en la elaboración de un Protocolo de Actuación, que finalmente se han suscrito y publicado en Intranet.
En su momento, CC.OO. también exigimos la paralización del canje de preferentes y deuda subordinada de Bankia , aprobada por el FROB, por entender que las medidas acordadas por las autoridades reguladoras y por el Gobierno no son las más adecuadas para clientes y empleados.
En todo caso, el suceso de ayer supone un punto de inflexión y debe ser una llamada de atención para todos, cada uno desde su responsabilidad. Exigimos, en primer lugar, un apoyo incondicional y sin fisuras de toda la estructura jerárquica a la plantilla, en unas circunstancias tan duras como las que estamos atravesando; que la entidad refuerce en lo posible las medidas preventivas; y que, al menor indicio, se active con la máxima celeridad y diligencia el Protocolo de actuación frente a situaciones de violencia externa.
Igualmente, animamos a los trabajadores a responder con agilidad ante cualquier amenaza, indicio o sospecha, recurriendo a las herramientas que tenemos a nuestra disposición, y en concreto al mencionado Protocolo: búscalo en Intranet ("Manual Operativo" / "Seguridad" / "Prevención de riesgos laborales" / "Situaciones de violencia externa"), conócelo y úsalo.
Entre todos, tenemos que dar plena visibilidad a todo lo que ocurre a diario en las oficinas, para que se apliquen las medidas acordadas o se implementen nuevas medidas, si es necesario, en función de las necesidades y de la evolución de los acontecimientos.
Debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano, y más, para proteger la integridad física de las personas y evitar que puedan verse implicadas en situaciones tan graves como profundamente injustas.