La reestructuración del sector financiero tras la crisis de 2008 ha supuesto un ajuste del 44% del empleo y el 61% de las oficinas, con graves consecuencias en las condiciones laborales de las plantillas: un insostenible empeoramiento del clima laboral, con incremento de la presión comercial y la carga de trabajo, sumado a la necesidad de adaptarse a nuevas regulaciones, modelos de negocio y estrategias empresariales. En ese proceso, las plantillas han seguido incrementando su productividad, llevando al sector a cifras récord de beneficios.
Previendo este escenario de beneficios, que sigue en 2024, desde CCOO pusimos en marcha hace 10 meses una estrategia global de reivindicación, presión y negociación en el conjunto del sector, arrancando la negociación de los 3 convenios antes del fin de su vigencia e impulsando en cuestión de semanas un proceso movilizador que ha incluido el 26F la primera huelga de la historia en el conjunto del sector, la consecución de los preacuerdos en Ahorro y Coop. Crédito, y la primera huelga de 24H en la Banca en 34 años. Una estrategia para reivindicar que los convenios recuperen su papel de ser el primer distribuidor de rentas, con incrementos salariales justos y que se apliquen a toda la plantilla, pues eso genera cohesión, evita inequidades y limita retribuciones discrecionales.
Pero esos preacuerdos, incluyendo el de Banca cuando lo consigamos, no serán un final, sino un principio: El principio de un cambio estructural, empresa a empresa, en el modelo de negocio y relaciones laborales, con medidas a abordar en cada entidad desde la negociación colectiva, para mejorar un clima laboral insostenible, que afronte la presión comercial, las cargas de trabajo, el impacto sobre la salud y los modelos retributivos. CCOO y las plantillas lo hemos dicho alto y claro en las juntas de accionistas de BBVA, Caixabank, Santander… y en la calle, en estas semanas que hemos mostrado nuestra capacidad de movilización: Estamos en Lucha por un Modelo Laboral Sostenible en el Sector Financiero.