CC.OO. ya hemos enviado varios comunicados sobre la valoración del perfil profesional, denunciando la manipulación de los resultados y la falta de credibilidad de este sistema fraudulento.
En Sevilla podemos confirmar que, tanto desde la Dirección de Zona (DZ) como desde RR.HH., se han dictado instrucciones concretas para que nadie reciba una valoración demasiado alta, por encima de un dígito prefijado con anterioridad. También existen dudas en relación a las garantías de confidencialidad a la hora de evaluar a los superiores, y no son precisamente producto de la imaginación de nadie.
Este tipo de actuaciones viene a deslegitimar todo el proceso, máxime cuando se produce en un contexto tan complicado como el que acabamos de atravesar; lo que contribuye a aumentar la desconfianza y el miedo, algo que va en contra de la nueva línea que se quiere proyectar desde lo más alto de la entidad.
Si a este hecho le añadimos las presiones insoportables de una plantilla claramente insuficiente para acometer el nuevo proyecto, que ve como única forma de sacar adelante su trabajo las prolongaciones de jornada, el panorama que se dibuja es desolador.
A esto hay que sumar la ingente cantidad de correos recibidos desde la DZ, que convierten a muchos directores en gestores administrativos que no pueden desarrollar adecuadamente su labor comercial, que es por la que se les va a medir.
Todos hemos pasado ya demasiado en estos últimos tiempos como para esperar otro tipo de trato, pues la plantilla no deja de demostrar una capacidad de esfuerzo que está fuera de toda duda.
Exigir resultados es una parte de la labor de la DZ, pero también existe otra que incluye el reconocimiento del esfuerzo, de forma verdadera y reconocible, y esa es la que la plantilla quiere sentir. Todos necesitamos ?calor? para vivir.
