">Alicante: lo sucedido este verano no puede repetirse año tras año.
Es un hecho bien conocido que la afluencia de público en las oficinas de costa de la provincia de Alicante se multiplica por cinco durante el verano, tanto como que el principal motivo por el que se acerca este tipo de cliente a la oficina es para realizar operaciones de caja.
A pesar de saberlo, y por motivos difíciles de explicar, puesto que el coste hubiera sido irrisorio, la empresa se ha abstenido de habilitar un segundo puesto de ventanilla en la reciente reforma que se ha realizado de muchas de estas oficinas.
Como consecuencia de ello, este verano se han vuelto a generar colas interminables, que en muchos casos incluso salían fuera de la oficina, produciendo nervios, quejas, malos modos e insultos.
Y así, en muchas de ellas, reformadas o no, el considerable incremento de la carga de trabajo ha acabado recayendo sobre la persona encargada de caja que, con frecuencia, ha realizado diariamente en torno a 500 apuntes, a costa de una tensión insostenible que ha situado a no pocas de estas personas al borde de la baja médica.
Y aunque en algunos casos las oficinas se han visto reforzadas con compañeros o compañeras de otras provincias, la falta de previsión de la empresa no ha permitido hacer nada eficaz para evitar el colapso, habida cuenta que no podían, por las razones que se ha citado, realizar ninguna operación de caja adicional.
La situación descrita sólo se produce en Bankia, pues en otras entidades de las mismas plazas la media ronda dos empleados de ventanilla en periodos estivales concretos, por lo que no se contemplan esas colas de gente.
Los empleados no pueden ser escudos humanos frente a miles de turistas enfadados por estar hora y media en una cola esperando para ser atendidos. La empresa, que es la primera interesada en no trasladar semejante imagen, debe poner los medios necesarios para que esto no vuelva a suceder el próximo verano.
25 de Septiembre de 2014
