Radiografía de la situación en el País Valencià




Semana dura. ¡Muy dura!

Los contenidos y exigencias del comunicado que CC.OO. hemos enviado esta mañana a toda la plantilla de Bankia, titulada"Exigimos una gestión leal del ERE"  se pueden extender íntegramente al País Valenciá. No obstante, nos detenemos en la situación de nuestro territorio, donde acabamos de vivir una semana trágica (aproximadamente 110 compañeros han sido despedidos forzosamente de Bankia) y donde algunos responsables parecen empeñados en repetir errores del pasado y en aplicar políticas caducas.

La política del miedo : el viaje a ninguna parte.

No contentos con una gestión lamentable y deficiente del ERE en el País Valenciá (que denunciamos en el comunicado a toda la plantilla de Bankia), en algunas zonas de las territoriales de Valencia y Alicante se está intentando implantar una política del miedo que, estamos convencidos, no conduce a ninguna parte.

No es la primera vez que denunciamos esta situación ante la Dirección de Bankia y ante RRHH, puesto que es recurrente y encima son los de siempre (incluso el nombre de alguno de ellos llegó en su día al Consejo de Administración de Bancaja); pero siguen ahí y parece que “sirven de ejemplo” (de mal ejemplo) a otros Zonas emergentes, lo cual nos parece increíble y chapucero.

No contentos con lo que está pasando (la plantilla vive semanas en estado de shock), y sin querer darse cuenta de que algunos de estos responsables pueden tener también responsabilidad en la situación en la que derivó cada una de sus cajas de origen; aprietan de forma desmedida a la plantilla para prolongar la jornada, sin tener en cuenta que esta plantilla lleva ya varios años realizando esfuerzos extras, de forma generosa y profesional, cuando es necesario: con el SIP, con la salida a bolsa, con las preferentes, con la integración informática, etc.

Algunos se dedican a controlar el "Communicator"  a determinadas horas de la tarde, una iniciativa tan infantil, como prepotente y absurda; otra modalidad de presión es poner en juego nuestro bienestar y nuestros derechos: "Aquí no se almuerza si no has vendido una tarjeta";  "Si no vendes por la mañana, hazlo por la tarde"; "No te vas de vacaciones si no colocas un seguro". Hay incluso quien aprovecha el pánico que se sufre en una semana como la vivida, donde llegan ellos y los representantes de RRHH a las 14:15 a la oficina para comunicar despidos forzosos, para meter miedo. Esto tiene un nombre, que no se puede reproducir aquí. Pero ¿quién se creen que son?.

Personas y políticas como estas no son ejemplo de nada, por lo que estos responsables no deberían figurar ni un minuto más en los puestos que ocupan actualmente en el organigrama de esta entidad.

CC.OO. no cejaremos hasta que estas actitudes cesen y solicitamos, así mismo, a la empresa que por la vía jerárquica ordene el cese de políticas caducas, tendentes a una especie de prolongación de jornada permanente.

Un poco de sentido común: ¡Hagamos las cosas bien!

La presión y el miedo representan el viaje a ninguna parte; son recursos caducos y fuera de lugar en una gestión empresarial moderna y exitosa, orientada a obtener lo mejor de cada trabajador a base de estímulos positivos y de trabajo en equipo.

En otro orden de cosas, con el anterior ERE muchos relevistas vinieron desde Madrid a las provincias de Valencia y Castellón. También lo hicieron desde otros territorios, pero la llegada masiva se produjo desde esta provincia.

La gestión adecuada del ERE, reclamada por CC.OO., generaría la oportunidad de recolocar en Madrid a los relevistas que en su día salieron y así lo desearan, así como el acercamiento de otros relevistas hacia sus lugares de origen; previo a la movilidad geográfica que sin duda se dará en el presente ERE.

Próximos a cumplirse los dos años que tenían de ayuda de vivienda, sería el momento de su vuelta y de cubrir sus bajas en Castellón y Valencia con las movilidades de este ERE desde los distintos territorios.

De lo contrario podrían abandonar la empresa personas por las que en su día se apostó fuerte, porque

económicamente no podrán hacer frente al alquiler de su vivienda, junto a las otras cargas que en su día adquirieron

(hipoteca de lo que iba a ser su vivienda habitual en su provincia de origen); y podríamos perderemos a gente joven,

con experiencia y formación, por no hacer las cosas como toca.

30 de Abril de 2013