La decisión del Consejo de Administración de Bancaja, celebrado el pasado martes, de impugnar la del Consejo de BFA de auditar la valoración del Banco de Valencia en el momento de la integración, es el último episodio de un creciente desencuentro institucional entre la caja valenciana y la dirección de Bankia que abre la puerta al riesgo de que la entidad sea troceada, poniendo los dientes largos a quienes, a despecho de lo que pueda ser mejor para la plantilla, los clientes y la propia sociedad, sólo aspiran a repartírsela.
Es inadmisible la actitud de quienes disfrazan de intereses sociales los suyos propios, o los de los pocos a los que representan, instrumentalizando las instituciones en beneficio de éstos.
Es inadmisible que gestores involucrados en la administración de una entidad intervenida por el Banco de España continúen ejerciendo funciones directivas de entidades financieras que conforman el Grupo, o se reincorporen a las mismas, trasladando riesgo reputacional a todo Bankia .
El bloqueo de la mesa de negociación, las deficiencias en la gestión de la integración, la presión, el retraso en el pago de las retribuciones variables, el malestar de la plantilla e, incluso, las dificultades para dar salida al problema de las preferentes que está poniendo en riesgo la propia integridad física de las plantillas, entre otras cuestiones que venimos denunciando... son sólo árboles.
Árboles que no dejan ver un bosque, en el que las decisiones no terminan de ponerse en marcha por los impedimentos a una eficaz unidad de dirección de la empresa, que CC.OO. venimos reclamando desde el principio de la creación del SIP.
Exigimos responsabilidad y sentido común a los diferentes Órganos de Gobierno de las empresas del perímetro de Bankia . También a las autoridades públicas - Gobierno, Gobiernos Autonómicos y Supervisores, sobre todo al Banco de España - que tienen la responsabilidad de implicarse en la articulación de una solución ordenada y eficiente de la reestructuración del sistema financiero.
Una solución que es también una urgencia social, por cuanto de ella depende el restablecimiento de los flujos de crédito imprescindible para empezar a vislumbrar la salida de la crisis.
CC.OO. manifestamos alto y claro: NO AL TROCEAMIENTO DE BANKIA . No se puede jugar con el futuro de la plantilla ni de los clientes.
Febrero, 2012
