La reforma laboral facilita y abarata el despido.
A partir de ahora, será suficiente con que la empresa alegue una simple previsión de mala evolución económica para que pueda despidir a las y los trabajadores mediante "despido objetivo", con una indemnización de 20 días por año trabajado y un máximo de 12 mensualidades, sea cual sea la antigüedad que tenga el afectado o la afectada. Esto vale para todos los trabajadores de todas las empresas.
El despido objetivo será, pues, la forma más habitual de extinción a partir de ahora, y la más barata; solo si el despido es declarado improcedente por un juez, el afectado o afectada podría recibir una indemnización mayor.
La reforma laboral entrega todo el poder a los empresarios y desequilibra las relaciones laborales.
La reforma rompe radicalmente con los equilibrios anteriores en materia laboral.
Las condiciones de trabajo ya pueden ser modificadas unilateralmente por el empresario: jornada de trabajo; horario y distribución del tiempo de trabajo; cuantía del salario y sistema de remuneraciones; movilidad geográfica, etc.
Las empresas ya se pueden descolgar unilaterlamente de los Convenios Colectivos, de las condiciones laborales allí pactadas, de los compromisos adquiridos, de las garantías allí estipuladas para las y los trabajadores.
Las empresas ya pueden aplicar unilateralmente un ERE e imponer las condiciones del mismo, sin necesidad ya de negociar con los sindicatos, y sin garantías ni amparo jurídico alguno para las y los afectados.
Las empresas ya pueden despedir a un trabajador o trabajadora que esté 12 días de baja por enfermedad ó 32 días de baja en un año.
ASÍ NO SE CREA EMPLEO, ASÍ SOLO SE DESTRUYEN LOS DERECHOS Y GARANTÍAS DE LA PARTE MÁS DÉBIL.
Folleto explicativo sobre modificación de condiciones
Folleto explicativo sobre despido
17 de febrero 2012
