Las relaciones laborales en Bankia están en una encrucijada


Hemos tenido conocimiento por la prensa de unas declaraciones del Consejero Delegado de Bankia, Sr. Verdú en las que, entre otras cosas, insinúa la posibilidad de que se produzcan nuevos ajustes de plantilla.

Hemos tenido conocimiento por la prensa de unas declaraciones del Consejero Delegado de Bankia, Sr. Verdú en las que, entre otras cosas, insinúa la posibilidad de que se produzcan nuevos ajustes de plantilla. Es inaceptable que se informe de cuestiones tan relevantes a los medios antes que a la plantilla y a sus representantes, habiendo además un acuerdo laboral vigente que regula la reestructuración de Bankia.

 En realidad, de un tiempo a esta parte estamos asistiendo a una sucesión de hechos preocupantes y desfavorables para los intereses de la plantilla de Bankia y para el normal desarrollo las relaciones laborales en esta empresa.

Durante la salida a Bolsa se han producido, como ya hemos denunciado, presiones y amenazas intolerables desde la estructura. Finalmente, el compromiso de la plantilla ha propiciado que la cotización de Bankia en Bolsa sea ya una realidad, en un contexto adverso (situación económica, evolución negativa de la Bolsa…), unido a factores internos: campaña publicitaria desafortunada, política de comisiones a clientes, objetivos de suscripción de acciones mal diseñados y viciados en origen, lo que a su vez añade irracionalidad al incentivo propuesto por la Dirección…

La Dirección anunció, en efecto, un incentivo arbitrario, desigual e irracional que ha generado descontento y discriminación, en vez de integrar y motivar a toda la plantilla. Esta iniciativa se sitúa en la misma línea que la más reciente de premiar (con criterios cuestionables) la venta de activos con televisores y viajes.

CC.OO. hemos avisado en todos los foros (incluidos Consejos de Administración y Asambleas Generales) que no vamos a permitir que, con la excusa de una situación excepcional, se instalen en la “nueva banca” formas de gestión que incluyen amenazas, presiones y repartos unilaterales y arbitrarios de premios. Esto forma parte en realidad de la vieja forma de hacer banca, bien conocida por todos y que ha fracasado en la crisis actual. En concreto, exigimos la negociación de todos los incentivos, en base a criterios de equidad y transparencia.

Otro capítulo lamentable son las enormes deficiencias organizativas que se observan en la integración, tanto en los servicios centrales, donde se acumulan todo tipo de incidencias; como en la instalación de córner en oficinas con letrero de otra de nuestras cajas, donde la escasez de personal y las limitaciones organizativas están produciendo con frecuencia situaciones indignas, que inciden negativamente en el negocio que nos da de comer. Ante esta gestión deficiente, exigimos un cambio de rumbo y soluciones inmediatas, así como un esfuerzo de Bankia para transmitir a las plantillas y a los clientes afectados más seriedad y más respeto.  

La crónica se agrava al observar el estado de las negociaciones en curso. Ayer decíamos que el Convenio Colectivo se encuentra en una situación de bloqueo total, por la posición irresponsable de una parte de la patronal, que se aferra a exigencias desorbitantes. Parece que en esta crisis solo debemos hacer esfuerzos las y los trabajadores, ya que las propuestas patronales contrastan abiertamente con las informaciones que se han publicado sobre las remuneraciones de los máximos gestores de las cajas y, en concreto, de Bankia.

El balance también es decepcionante en las negociaciones abiertas desde hace meses en Bankia para alcanzar una armonización de condiciones laborales en asuntos tan importantes como salarios, retribución variable, desarrollo profesional, horarios, insularidad...; ya que aun no se ha podido concretar ningún resultado.

Nos encontramos, pues, ante un escenario incierto. De Bankia depende que nos situemos en una dinámica ilusionante, donde la motivación de las plantillas redunde en más sinergias, o que asistamos a una deriva laboral conflictiva. CC.OO. estaremos ahí, con la mano tendida para proponer soluciones, pero también con la firmeza necesaria para defender a la plantilla, con los medios y la intensidad que requiera la situación.   

29 de julio de 2011