Dios, qué buen vasallo, si tuviese buen Señor


Probablemente oiremos en la próxima Junta de accionistas frases grandilocuentes alabando a la plantilla. No basta con eso.


Así cuenta el Cantar de Mío Cid que exclamaban los burgaleses cuando veían pasar al Cid desterrado por un rey indigno, egoísta, insensible, celoso y prepotente.

Se lamentaban de la desdicha que suponía no aprovechar las inmensas cualidades del héroe castellano y desperdiciar su valía por culpa de un rey inútil e impotente.

Y no podemos dejar de acordarnos de este verso, viendo a la maravillosa plantilla de Bankia, lidiando con clientes enojad@s, explicándoles la política de comisiones Por Ser Tú, a la vez que gasta continuamente sus energías curso tras curso, recertificación tras recertificación, MIFID, LCI, seguros… mientras se afanan en cumplir los irracionales y desmesurados objetivos diarios, ventas diarias, llamadas diarias, contactas diarios, campañas diarias, sin olvidarnos de las continuas y en su mayoría estériles reuniones, audios y reportes.

Y no podemos dejar de imaginar la de cosas que podría hacer esta increíble plantilla si la dejasen centrarse en lo importante y no fuese víctima de una gestión de personas desacertada, de un@s directiv@s incapaces, que no han pisado la calle en su vida o se han olvidado de ello, que no han visto a un cliente ni en pintura, que diseñan campañas desde su torre de marfil, cieg@s y sord@s ante el desgaste insano al que la someten, sin dotarla de los medios humanos y materiales necesarios.

Probablemente oiremos en la próxima Junta de accionistas frases grandilocuentes alabando a la plantilla. No basta con eso.

Dios, qué gran plantilla, Bankia no es digna de tal honor.

#BankiaesteNOeselcamino